Los treinta productores del Programa “Sembrando Vida”, de la Secretaría de Bienestar, del ejido Don Samuel, Escárcega; realizaron una acusación en contra de los técnicos Nico Hernández e Isaías Camacho, debido a que estos quieren obligarlos a cooperar con 400 pesos para comprar cuatro borregos y todo lo que se requiera para hacer un platillo que sería servido en la posada que tienen planeada.
Dijeron que los encargados han exigido la cantidad de 12 mil pesos para “comprar todo lo necesario”. Sin embargo, los ejidatarios se quejan porque no cuentan con el dinero y menos con “ganas de tener fiesta” ante la mala situación económica que se viven en estos momentos.
Lo que empeoró la situación fue que, en caso de que alguien se negara a “cooperar” con el dinero solicitado, sería acreedor de una sanción con valor monetario de 300 pesos. De igual manera, mencionaron que ésta no es la primera vez que dichos técnicos hacen lo que quieren en contra de los productores, al querer sancionarlos económicamente por cualquier motivo; sino que ya había ocurrido muchas veces.
La última vez que fueron amenazados, fue pocos días antes del desfile del 20 de noviembre. Se les había notificado que el productor que decidiera no acudir al desfile, sería sancionado con pagar una multa de 100 pesos; sin importarles que varios de los mismos son de edad avanzada, y que otros tienen que atender sus parcelas por lo que no cuentan con el tiempo para acudir a festejos de ninguna índole.
Los productores dieron énfasis de que se encuentran cansados de que los técnicos, por cualquier motivo, piden cooperaciones económicas constantemente. Y también están hartos de recibir amenazas de sanciones con multas monetarias cuando no cuentan con los recursos económicos ni para hacer las cooperaciones ni para pagar las multas; por eso es que trabajan dentro del programa federal, para poder trabajar las tierras y ganar algunos pesos que le ayude en su economía familiar.
Hacen un llamado a la delegada federal Katia Meave Ferniza, para que envíe a personas de su confianza al ejido para que se investiguen todas estas anomalías que están cometiendo los ingenieros encargados; porque los hombres de campo están cansados de sentirse explotados monetariamente y, sobre todo, de recibir amenazas de sanciones.
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CC