Como pocas veces, el malecón de la ciudad de Campeche lució semi vacío, el flujo de autos era tan reducido que por momentos el panorama era como el de una ciudad desierta. En recorrido desde el parador fotográfico hasta la glorieta a la campechana se puso apreciar apenas una decena de unidades.
Los comercios situados en esta área también manifestaron una reducción en sus compradores principalmente en los autoservicios.
Por el contrario, la Avenida francisco I. Madero sí presentó alta circulación vehicular, no obstante, al llegar a la avenida gobernadores volvió a reducir el número de autos circulando, pues en dicho cruce, los autos se dispersaron dirigiéndose hacia las avenidas Cuauhtémoc, héroe de Nacozari y ejército mexicano.
La avenida Circuito Baluartes también se mantuvo sin abundante circulación de autos, solo en el cruce con la avenida central, se registró acumulación por el prolongado tiempo en el cambio de semáforos. Aquí, por ser la arteria principal del transporte público, la mayoría de unidades pertenecía a los camiones urbanos.