La producción de leche se encuentra desplomada debido a que los productores no cuentan con pasto para la alimentación adecuada de las vacas y sus crías, por lo que se encuentra suspendida gran parte de la ordeña, actualmente se producen apenas 200 litros diarios, señaló la presidenta de la planta de lácteo “El Sueño Paliceño”, Martha Arcos Hernández, indicó que esta crisis la viven desde finales del año pasado con la inundación y ahora con la sequía.
Comentó que la planta de lácteos trabaja únicamente con 100 litros de leche que procesan en queso fresco para su venta al comercio local, mencionó que se debe a que no hay lácteo como en el 2020 que se ordeñaban mil litros que se entregaban a Liconsa o en el 2015 que se obtenían cinco mil litros; actualmente los pocos productores que ordeñan no logran sacar más de 30 o 40 litros y que no alcanza ni para sus clientes.
Este problema se acrecentó con la inundación de los predios donde pastorean a sus animales, los cuales tuvieron que sacar a la mayor parte de ellos para llevarlos a lugares más altos, pues la pastura que tenían se acabó, a pesar de que ya entró la temporada fuerte de seca aún hay partes bajas que se mantienen con agua, por lo que el zacate no es de calidad y no es aprovechado por los animales.
Algunos ganaderos hacen el esfuerzo y siembran, pero el problema es la temporada de estiaje, desafortunadamente para ellos, tanto la inundación como la falta de agua en ambos casos se va a los extremos, esto hace que no tengan comida para las vacas con sus crías por lo que están completamente bajas de peso y si la poca leche que es para alimentar a sus becerros se le saca para vender, el problema será mayor porque estos morirían de hambre.
“Ante la perspectiva desalentadora, es preferible mantener como se pueda a los animales, ya que algunos se han muerto después de la inundación. Señaló que en el caso de Liconsa que tenía su propio padrón de productores, desde el mes de diciembre retiraron la pipa con la que recogían el lácteo, por lo que no lo trabajan en espera de que las condiciones en el sector puedan mejorar; sin embargo, considera poco alentador el futuro de la ganadería porque requieren un respaldo real y amplio de los gobiernos".
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JG