La reforestación de uva de mar en la zona de Playa Norte, detrás del Domo de Mar, pone en riego la población del ave migratoria Charrán Mínimo, ya que los árboles fueron replantados justo en el área de anidación, además de que no son característicos de la duna costera, advirtió Iván Roca, director del proyecto “Aves de la Laguna”.
La agrupación se ha dedicado desde hace seis años a cuidar esa franja costera que consideran una de las zonas de anidación del Charrán más importantes del país; pero recientemente una iniciativa ecológica, al parecer de la empresa Grupo México, ocupó prácticamente el litoral.
Hicieron un llamado para replantear la reforestación, pues consideran que toda la sociedad debe aportar al cuidado ambiental y que cada iniciativa debe ser consultada con especialistas, ya que cada playa tiene sus características y son un hábitat para las especies.
El Charrán Mínimo requiere de la duna costera, “anida a nivel de playa; no en árboles. Hace una pequeña cavidad sobre la arena y ahí pone sus huevos. El daño es debido al desconocimiento que se tiene al momento de hacer la reforestación; es decir, la uva se puede plantar en la zona de la playa, pero más atrás”, explicó.
“Está el área donde rompen las olas, después sigue la duna y un poco más atrás se podría sembrar la uva de mar; pero justamente donde está la costa es vegetación rastrera que crece y se extiende a lo largo; esa vegetación es la que beneficia a estas especies que llegan justamente a anidar porque es el hábitat propicio para tener sus huevos y criar hasta que son capaces de migrar”, precisó Iván Roca.
En la Isla del Carmen, particularmente en Playa Norte, uno de los principales problemas ambientales ha sido la pérdida de duna costera, tanto por la erosión como por la construcción de palapas, además de los bañistas que entran con cuatrimotos y vehículos
“En Playa Norte no hay una regulación; cada quién mete su auto hasta que llegue a la zona del mar, todo eso afecta a los charranes; a eso se sumaría desaparecer las franjas de dunas, con árboles de uva de mar”.
La temporada del charrán mínimo inicia en el mes de abril y se extiende hasta agosto; actualmente hay aves en etapa de cortejo y se estima que anualmente se detectan 150 parejas e igual número de nidos que ocupan toda la zona delimitada por “Aves de la Laguna”, misma que fue invadida con la reforestación de uva de mar.
Finalmente, el director del proyecto destacó que no se trata de crear conflicto, sino de invitar a tomar en cuenta el hábitat de las especies, por ello, en los próximos días dirigirán una carta, tanto a Grupo México como a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para exponer la problemática.
SY