Por presunta negligencia del personal de la clínica San Isidro falleció una bebé recién nacida, por lo que la madre Susan Chan Tamay clama justicia a las autoridades estatales, municipales y sanitarias por el lamentable suceso que enluta a su familia.
El hermano de la afectada, José Mardoqueo Chan Tamay relató que Susan tendría un parto en el transcurso del domingo, se empezó a sentir mal ante los síntomas que se acercaba el alumbramiento, por lo que localizaron al médico que la atendió en el citado nosocomio.
El galeno alegó no encontrarse en la ciudad, sino en la capital yucateca, por lo mismo recomendó al par de consanguíneos una doctora identificada como Geny, a la cual decidieron contactar en su consultorio.
Susan recibió atención cerca de las 20:00 horas en el consultorio privado, donde al revisar el grado de dilatación para un parto natural le comunicó sentirse peor y la trasladaron a la clínica San Isidro.
Ahí indicaron la autorización firmada al momento del ingreso consideró la operación de cesárea no para un parto natural, ya que de esta manera sería más rápido y la embarazada presentaba mucho dolor.
Susan en el proceso de parto, a punto de dar a luz, sintió que la estaban forzando para que naciera el bebé y de repente sintió que le metieron la mano al grado de romper la bolsa y hacer que ingiriera el líquido amniótico, por lo que desesperados procedieron a practicarle la cesárea para extraer el producto.
Relató que al nacer el bebé se encontraba totalmente inconsciente, aún con signos vitales, indicó que sufrió dos paros cardiacos y al darle RCP reaccionó, con llanto, de inmediato se pidió el apoyo de la ambulancia de la Cruz Roja quien brindó el apoyo inmediato y trasladó al infante al Hospital Integral de la ciudad y luego al Hospital General de la ciudad capital donde perdió la vida.
Argumentaron a los hermanos que la bebé tuvo otro paro respiratorio, no reacción y uno de sus pulmones reventó y le causó la muerte.
La hermana de Susan, Rosalía Chan Tamay, señaló que el doctor Marín tiene responsabilizar por la recomendación de la ginecóloga que les cobraba 38 mil pesos por la operación de cesárea, aunque quedó en 27 mil y no lo cubrieron hasta que se salvara la bebé, que lamentablemente falleció.
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JG