Dieciséis de cada 100 campechanos no tienen los suficientes ingresos para adquirir una vivienda para habitar. Por lo que, el estado se sitúa en el tercer lugar a nivel nacional con el mayor porcentaje de la población que vive en situación de hacinamiento.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 16 por ciento de los habitantes habitan en un inmueble de forma amontonada.
De 928 mil 363 personas que habitan en el estado, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 148 mil 538 personas padecen este problema, motivo por el cual, la entidad se sitúa en el tercer sitio, a nivel nacional (sólo superado por Chiapas), en el que el nivel de hacinamiento asciende a 22.7 por ciento; y por Guerrero, con el 22.5 por ciento.
De acuerdo con el informe “Evolución de las carencias sociales 1990-2020” elaborado por el Coneval, en la década de 2010 a 2020 el porcentaje de la población que presentó esta carencia en vivienda disminuyó 3.5 puntos porcentuales en México, al pasar de 11.7 a 8.3 por ciento.
Para 2015 se reportó una disminución a nivel República de 1.4 por ciento, con lo que se observó un cambio de 9.7 a 8.3 por ciento en 2020.
Cabe mencionar, que el Coneval destaca que la disminución de este indicador se observó en 30 entidades federativas el año pasado, principalmente en Guerrero con el 5.8 por ciento; Colima con 3.2 por ciento y Quintana Roo con el 2.9 por ciento.
“Mientras que Baja California y Ciudad de México fueron las dos entidades con un incremento de este indicador con 0.5 y 0.2 puntos porcentuales, sin embargo, ambas entidades para 2020 mantuvieron porcentajes por debajo del porcentaje nacional con 5.7 por ciento y 5.8 por ciento”, precisa el informe.
En los últimos 30 años, el Gobierno ha mantenido una política de combate de hacinamiento en la vivienda, sin embargo, no ha logrado abandonar los primeros lugares del ranking nacional.
En 1990 el 41 por ciento de los campechanos vivían en situación de hacinamiento. Y 10 años después, el indicador descendió ocho puntos porcentuales, al colocarse en 33 por ciento.
Una década después, en 2010, el problema de amontonamiento en viviendas descendió 13 puntos porcentuales, la mayor caída del indicador en los últimos 30 años. Mientras que en 2015 disminuyó al 18 por ciento.
En los últimos cinco años; sin embargo, el Gobierno sólo ha logrado disminuir esta carencia en dos puntos porcentuales, por lo que ahora afecta al 16 por ciento de la población.
El mayor combate del Gobierno se observa en la disminución de viviendas que carecen de techos firmes. En los últimos 30 años, este indicador cayó de 28 puntos a 0.5 por ciento.
En este mismo periodo, otros problemas que han disminuido en el hogar son: los pisos de tierra, pues pasaron del 24 por ciento al dos; y la carencia de muros firmes cambió de afectar al 18 por ciento de la población al tres, con lo que ubica a la entidad en el séptimo lugar a nivel nacional en este último indicador.
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JG