Mateo, un pequeño de 8 años que ingresó el pasado 22 de junio luego de haber resultado positivo al COVID-19 y que por la complejidad del mismo terminó siendo intubado, fue dado de alta la noche del pasado martes y agradeció con emotivo dibujo al personal médico y de enfermería que lo atendió por más de 8 días.
Con pocas posibilidades de recuperarse, Mateo fue ingresado de urgencia; su oxigenación era baja y había sido diagnosticado positivo a COVID-19.
De inmediato se le asignó una cama para su valoración y posterior tratamiento, pero empeoró con el paso de las horas.
Casi dos días después, su salud se agravó, tanto que fue necesario transferirlo al Área de Cuidados Intensivos donde de manera inmediata los enfermeros y personal médico le instalaron la ventilación mecánica debido a que su oxigenación cayó de forma repentina.
Transcurrieron así tres días y en el cuarto, cuando las esperanzas eran bajas, Mateo mostró una mejora que desde entonces no se detuvo; sus signos vitales se recuperaron y el tratamiento médico se mantuvo aplicando a pesar de que la evolución favorable era inminente.
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Al transcurrir el quinto y sexto días, los especialistas determinaron retirarle el apoyo ventilatorio para tomar nota de su evolución; y al notar que cada día su estado de salud retornaba a la normalidad ya no se regresó a la utilización del respirador mecánico.
El pasado 29 de junio fue dado de alta y quiso agradecer de manera original a todo el personal que le brindó su apoyo mientras se encontraba delicado de salud, por ello, previo a su retiro del nosocomio, pidió a sus padres le facilitarán unos lápices de colores para hacer un dibujo que en la salida entregó al personal médico que lo despedía; ahí, aparecían todos y cada uno de ellos y el personal de enfermería.
aatl