Los presos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén se han amotinado en últimas fechas para exigir alimentos de calidad, mejores condiciones carcelarias, así como un trato digno. A decir de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a través de las supervisiones que le realiza, las calificaciones de este penal no son las más altas, ya que inclusive, existe “presencia de actividades ilícitas”.
En su Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2020, la CNDH detectó que, “es importante prestar atención” en varios de los aspectos que coadyuvan para garantizar la integridad de los reclusos y una estancia digna, así como en ciertas condiciones de gobernabilidad, de la reinserción social de las personas privadas de su libertad, y de las necesidades específicas de ciertos grupos de reclusos.
Maltratos y extorsión
Aunque en un principio se manejaron versiones de reos heridos y hasta muertos, los disturbios al interior de este Cereso, registrados al menos en tres ocasiones en menos de 15 días, no han pasado de la quema de una motocicleta, cobijas, ropa y colchones. Al paso de los días los propios familiares de los reclusos han descartado que haya heridos.
Lo que sí han exigido los internos es la destitución de la directora, Claudia Rosado Góngora, pues denuncian malos tratos, intentos por reducirles los días de visitas, alimentos de mala calidad o que sólo reciben una porción al día, y que se restringe la entrada de alimentos cuando pasan sus familiares, quienes incluso han señalado que los custodios los extorsionan para que puedan introducirlos.
Además de estos hechos, también ha habido otras irregularidades en el penal, en pasado mayo el cuerpo de un hombre fue encontrado al interior de su celda, presuntamente el hombre habría atado unas cuerdas improvisadas para terminar con su vida. En el lapso de un año, se han registrado tres supuestos suicidios en el Cereso.
En abril, durante la visita que le hizo a su pareja en el penal de Kobén, una mujer comenzó con las labores de parto, pero le negaron atención médica. La víctima narra que los hechos donde la violentaron ocurrieron el pasado mes de abril, cuando un médico le dijo que ahí dentro no podía tener al bebé y que la sacarían en silla de ruedas.
Finalmente, el bebé nació, sin ningún tipo de asistencia médica, en unas escaleras del Cereso, pero la mujer denuncia que pusieron en riesgo su vida y la de su hijo. La mujer interpuso una denuncia el pasado 30 de junio contra todos los servidores públicos que no la auxiliaron en aquel momento.
Deficiencias y riesgos
De acuerdo con la CNDH, los puntos adversos que el Cereso de Kobén tiene que superar son la deficiencia en la atención a personas privadas de la libertad en condiciones de aislamiento; falta de prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección; hacinamiento; insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos y supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular.
Al referirse a las condiciones de gobernabilidad en el Centro de Reinserción, el reporte indica que hay deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias; falta de capacitación del personal penitenciario; insuficiencia de personal de seguridad y custodia; e incluso, “presencia de actividades ilícitas”.
Igualmente, encontró insuficiencia o inexistencia de actividades deportivas, laborales y de capacitación; así como deficiencia en la atención a las personas adultas mayores.
Por todo lo anterior, la calificación que el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2020 de la CNDH otorga al Cereso de San Francisco Kobén es de 6.63, dentro de un rango posible de 6.0 y 7.9.
Ante ello, vale la pena resaltar el objetivo de documentar estas supervisiones realizadas por parte de la CNDH.
“Que el Diagnóstico Nacional deje un precedente importante, no sólo por los retos a los que se enfrentó para su elaboración dado el contexto sanitario actual, sino porque más allá de reflejar de manera cuantitativa las condiciones en las que se encuentran actualmente los centros penitenciarios a nivel nacional, genere las bases para que el Estado Mexicano a través de sus instituciones, en el ámbito de su competencia, conforme a los más altos estándares internacionales en la materia.
Posicionamiento
Ante esta situación hace tres días, el gobernador de la entidad, Carlos Miguel Aysa González, informó que desde el pasado lunes, en conjunto con una comisión de Derechos Humanos se abrió una mesa de negociación con los internos inconformes del Cereso de Kobén que culminó el martes.
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Agregó que se firmó un acuerdo que establece que se permitirán más visitas, las cuales se habían reducido en un 50 por ciento por el tema del COVID-19, la entrada de más alimentos, además de que el documento garantiza que no habrá represalias contra los reclusos que participaron en los motines y los disturbios generados.
JG