Aysa González se burla de la ciencia; IMCO reprueba a Campeche en innovación

Con una puntuación media baja en los resultados generales del subíndice en el Ranking de Innovación y Sofisticación de los Sectores Económicos del Índice de Competitividad Estatal de 2021, Campeche ocupa la posición número 25 a nivel nacional por ser considerado como la peor entidad en productividad total de los factores por una tasa de crecimiento anual de -2647 %

A nivel Peninsular, el estado ocupa la última posición, mientras que Yucatán y Quintana Roo se posicionan en el primero y segundo lugar; sin embargo, la Península registra puntuaciones bajas con una competitividad media baja.

El estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) mide la capacidad de los estados para competir con éxito en la economía, particularmente en sectores de alto valor agregado, intensivos en conocimiento y tecnología de punta, pero la entidad se situó debajo del promedio medio de 51.18, donde se consideraron también indicadores como complejidad económica en sectores de innovación, centros de investigación y patentes.

Es necesario indicar que en Campeche al parecer sus gobernantes prianistas que sometieron al estado por más de 90 años tienen otras prioridades en lugar de innovación, ya que para la ciencia, tecnología e innovación se asignó un presupuesto de 836 mil 20 pesos, cantidad ínfima al compararla con lo destinado para servicios de traslado y viáticos para funcionarios estatales por un monto de 25 millones 970 mil 557 pesos, de acuerdo con la Ley de Presupuesto de Egresos 2021, mientras que en investigación tecnológica y servicios tecnológicos el presupuesto fue de 0 (cero) pesos.

Por lo anterior, IMCO propone a los estados con una media baja y baja competitividad e innovación y sofisticación que el gasto público y promoción económica se enfoque en innovación, es decir, blindar por lo menos siete años el 1 por ciento mínimo del presupuesto estatal para que investigación y desarrollo, rubros que en el presupuesto de egresos del estado no tienen montos.

Además de diseñar mecanismos de financiamiento a través de fondos públicos que permitan a los emprendedores de base científica tecnológica obtener recursos en las distintas etapas de desarrollo; integrar programas de cooperación con empresas y otras instituciones de investigación en materia de ciencia aplicada; digitalización de empresas por parte de subsecretarias estatales de transformación digital; transformar a las universidades estatales y a los centros públicos de investigación en verdaderas incubadoras de empresas y desarrollos tecnológicos; promoción y vinculación de empresas locales con universidades y centros de investigación; diseñar o actualizar los planes de estudio de acuerdo con las necesidades del mercado laboral y las tendencias sociales y tecnológicas regionales, por mencionar algunas propuestas.

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JG