Tras desocuparlo desde hace meses, el inmueble que era empleado como Centro de Salud en la cabecera municipal permanece cerrado, enmalezado y convertido en “elefante blanco”, ante la negativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de permitir su remodelación, por encontrarse en área considerada patrimonial e histórica.
La edificación contempla un cuarto de guardado, oficinas, sanitarios y otros espacios que servían como consultorios, los cuales por la falta de mantenimiento están a punto de desplomarse, espacio hasta hoy inutilizado, el cual desde un par de años atrás se habló de la remodelación para la construcción de un auditorio municipal, pero el INAH negó el permiso y clausuró las obras al argumentar lo mismo, por lo que permanece en condiciones deplorables.
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Vecinos como Alberto Euán Mut y Gertrudis Martín Ceh lamentaron que no utilicen las instalaciones, ya que al contar con las áreas acondicionadas, podría ser utilizado por los habitantes para impartir algunos cursos e incluso para algún otro servicio, pero se truncaron los trabajos de rehabilitación que se estaban realizando, con la posibilidad de edificar un auditorio municipal.
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Coincidieron que “estas obras merecen ser tomadas en cuenta, no cerrarlas solo así, el municipio puede crecer o de lo contrario las autoridades municipales, estatales y federales tendrán que pensar si autorizan recursos para otras construcciones de beneficio social en la ciudad, como es la necesidad de contar con un banco con atención a clientes que tanta falta hace, para no tener que viajar a la ciudad capital o a municipios vecinos para realizar algún trámite”.
GH