En días pasados, los trabajadores de la Central Termoeléctrica de Lerma denunciaron vía redes sociales un caso de abuso animal, cuando el superintendente del sitio ordenó el retiro de los animales en este espacio, bajo el argumento de que “no le gustan”. Por ello, contrató a un grupo de personas para que, con violencia, introdujera a los perros a la góndola de un tractocamión.
Al respecto, la Dirección de Protección al Medio Ambiente del Ayuntamiento de Campeche confirmó que sí hubo violencia y que, por tanto, comenzaron la investigación del hecho.
Por medio de una llamada telefónica, “Gustavo”, un trabajador del lugar, informó a este medio de comunicación la violencia que sufrían los perros en situación de calle que “vivían” al interior del área perteneciente a la Termoeléctrica desde hace más de cinco años.
Estos animales, según el denunciante, son indefensos y han sido esterilizados para no incrementar la población de caninos. “Estos perros cuidan el lugar, ayudan al vigilante a que nadie entre y, aún así, los maltratan; porque eso fue lo que vi, un verdadero maltrato animal con tratos inhumanos y reprobables”, señaló.
Con la intención de tener evidencia, el hombre decidió esconderse detrás de un muro y logró captar en tres fotografías la forma en que capturaron a los canes y los subían a un volquete, mismo que los trasladaría a un sitio que hasta ahora se desconoce. En las fotografías hay tres hombres; uno de ellos arriba de la caja de la unidad pesada, y dos más, dedicados a la captura de los perros con la ayuda de una cuerda y una percha de captura.
La imagen evidenció cómo los hombres tiraban de la percha y colgaban a los animales del cuello para subirlos a la góndola del volquete, sin considerar que podrían asfixiarlos.
Por la magnitud del hecho, el hombre procedió de forma legal ante la Dirección de Protección al Medio Ambiente, cuyo personal confirmó que se trató de un evidente maltrato animal y, por consiguiente, interpuso un acta administrativa y procedió ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los trabajadores del sitio pidieron que se castigue a las personas que incurrieron en el hecho, ya que no hay registros de agresiones de los perros contra los usuarios ni los empleados. Además, los alimentos que reciben son a voluntad de parte del personal del lugar, por lo que no generan gastos para la empresa.
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JG
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