Tres de cada 10 mujeres en el municipio son víctimas de violencia sexual, así lo señalan las estadísticas del Programa de Atención a la Violencia Familiar y Violencia de Género, y en menor medida violencia física, psicológica, económica y patrimonial, por lo que es importante la atención dentro de las primeras 72 a 120 horas, para prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, señaló Brenda del Carmen Hernández May, psicóloga del programa el Centro de Salud de Carmen.
Detalló que en este programa trabajan con mujeres que han sido víctimas de violencia física, psicológica, patrimonial, económica y sexual, “queremos hacer énfasis, pues en muchas ocasiones pensamos que estamos exentos de recibir un ataque sexual, tanto hombres como mujeres, cuando en realidad estamos más cerca de lo que pensamos. Inclusive la mayoría de los agresores son personas cercanas o conocidas”, detalló.
Explicó que dentro del programa están en las unidades médicas donde brindan atención psicológica, y cuyas consultas han tenido un incremento considerable en lo que va del año.
Dijo que un 30 por ciento los casos de la violencia contra las mujeres son de índole sexual; aunque por cuestiones internas el dato, “del total podemos decir que tres de cada diez mujeres han sufrido este tipo de violencia”, indicó.
Hernández May explicó la importancia de reaccionar ante un ataque sexual, pues implica, primero, embarazos no deseados, y en segundo término, enfermedades de transmisión sexual. “Es necesario que después de un ataque sexual, en las 72 horas consecuentes la persona se acerque a alguna unidad de salud a recibir atención”, dijo.
En el caso específico de las mujeres, subrayó que pasadas las primeras 72 horas sólo pueden suministrar pastillas anticonceptivas de emergencia o “del día siguiente”; pero pasadas las 120 horas del evento, no pueden suministrar ningún medicamento para atenuar lo sucedido.
Agregó que en el caso del 30 por ciento de las mujeres que han sido violentadas sexualmente se han reducido los embarazos no deseados y en el caso de enfermedades de transmisión sexual por el momento no se tienen datos de cuántas personas que han sido víctimas de estos problemas”.
Añadió que quien se haya atendido este año y resulte con una enfermedad de transmisión sexual, se le tiene que dar seguimiento a través de la Unidad de Especialidades Médicas del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (Uneme-Capasits), para descartar un posible contagio, “en caso de que no se conozca el historial sexual del agresor se hace un estudio para descartar una ETS; después se vuelven a hacer los exámenes a los seis meses, un año y al año y medio”.
Por último, apuntó que del 30 por ciento de las usuarias que han sido víctimas de violencia sexual, un diez por ciento han presentado ETS como gonorrea, Virus del Papiloma Humano (VPH) y en algunos casos Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)”.
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JG