Veintiún años han pasado desde la implementación del programa “Pueblos Mágicos” para el impulso de la oferta turística y la promoción de la gastronomía, las fiestas y artesanías al interior del país. El impacto que este ha tenido en la Península de Yucatán se puede percibir en la reducción de la pobreza en los poblados, aunque con diferentes resultados.
El informe “Primer estudio económico sobre los Pueblos Mágicos” analiza la reducción de la precariedad social en los municipios bajo este programa y su impacto económico en cada entidad a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y Datatur (el sistema de monitoreo de viajantes y económico de la Secretaría de Turismo).
Según el documento, es sólo el estado de Yucatán el que ha podido reducir con números considerables los rubros de la pobreza, la pobreza moderada y la pobreza extrema.
Entre los censos del Inegi de 2010 y 2015, la pobreza entre los pobladores de Izamal y Valladolid (los dos ayuntamientos incluidos en el programa) se redujo en 8.66 por ciento. Sólo estas poblaciones yucatecas son consideradas, pues, ya habían sido nombradas como sitios mágicos para la fecha del levantamiento de la encuesta.
De forma específica, la pobreza moderada cayó 3.43 puntos porcentuales y la extrema bajó 5.23 por ciento, pasó de un total de 17 mil personas, en 2010, a 11 mil pobres extremos, en 2015.
El estado de Campeche, con apenas una ciudad considerada Pueblo Mágico para la elaboración del informe y durante los estudios estadísticos, tuvo una evolución modesta. Aquí se registró el 1.1 por ciento de decremento de la pobreza en general (pasó de 5 mil 904 a 5 mil 489 pobres).
La gente considerada No Pobre tuvo una reducción de 1.19 por ciento en el pueblo de Palizada (el único lugar bajo este programa durante la redacción del estudio). De 843, en el censo de 2010, pasó a 689 durante el censo de 2015.
Quintana Roo es un caso particular. En este lugar no bajaron los números de pobres en los lugares turísticos, aumentaron considerablemente; la pobreza en general creció un 24 por ciento, de 19 mil 24 personas bajo este parámetro llegó a 44 mil 150 en la última medición de 2015.
La pobreza moderada creció un 10.22 por ciento y la pobreza extrema, un 10.12. En el caso de los ciudadanos no pobres, también incrementó, de 3 mil 945 a 7 mil 891 pobladores entre los Pueblos Mágicos de Tulum, Isla Mujeres y Bacalar.
A nivel nacional, la pobreza promedio en todos los pueblos mágicos se redujo en un lustro en 3.5 por ciento. Mientras que, la gente no pobre aumentó 1.5 puntos porcentuales, de 1 millón 038 mil 760 en 2010 a 1 millón 182 mil 957 de personas que salieron de la pobreza.
La relevancia de los Pueblos Mágicos para la Península de Yucatán se traduce en casi 4 mil millones de pesos acumulados hasta el 2018. Y para 2020, a pesar de que el programa ya no representa recursos extras para las arcas municipales desde 2019, hay nuevas comarcas turísticas.
Según el indicador VACBT (Valor Agregado Censal Bruto Turístico), que “es un indicador que permite, en cada Pueblo Mágico, determinar la actividad económica de la actividad turística”, regionalmente los pueblos de este tipo representan un ingreso de 3 mil 877 millones de pesos hasta el inicio del nuevo sexenio.
Desglosado por estados, Quintana Roo es la entidad que mayores ingresos percibe por estos lugares. Tulum, Isla Mujeres y Bacalar han generado un total de 2 mil 819 millones de pesos desde el inicio formal de este programa en la entidad. Esta cifra representa el 4.03 por ciento de la actividad económica estatal.
En el caso de Yucatán, el porcentaje es un poco mayor. Los Pueblos Mágicos se traducen en el 5.60 por ciento de los ingresos económicos yucatecos y alcanzaron un total de 946 millones 876 mil pesos mexicanos.
Campeche, que tenía hasta 2020 un solo lugar turístico de este tipo, acumuló 110 millones 640 mil pesos.
Para 2020, la asignación de nuevos pueblos en el sistema se realiza con tres nuevos puntos. Isla Aguada, Campeche, que se encuentra entre Sabancuy y Ciudad del Carmen y donde se hallan kilómetros de playas vírgenes, es uno de ellos.
En Yucatán se sumaron dos localidades: Maní y Sisal. Maní es una población donde se encuentra el ex convento de San Miguel Arcángel y tiene el Cenote XCabachen. Sisal, por su parte, es una antigua región que comunicaba a Yucatán y Cuba; este lugar es propicio para el turismo ecológico.
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JG