Las costas de Campeche y el Golfo de México son zonas peligrosa en materia de asaltos a plataformas y embarcaciones de altura, confirmó el Gobierno de Washington, Estados Unidos, al ver un potencial “clúster de piratería moderno”. En 2022 la Sonda de Campeche tiene registro de 19 ataques en la zona petrolera, esto alerta a empresarios de pesca de altura como Nelly Márquez Zapata, quien consideró necesario reforzar las labores de la Secretaría de Marina (Semar) en altamar.
Además, la Marina Mercante de México, así como organismos internacionales, indican que en 2016 empezaron los ataques o robos a mano armada, “piratería”, como los define la Organización Marítima Internacional. En cuanto a la región entre Veracruz, Tabasco y Campeche, los registros gubernamentales indican que en 2018 hubo 364 incidencias, en 2019 fueron 185, en 2020 se registraron 20 (oficialmente) y en 2021 un promedio de 60.
En cuanto a los dos últimos años (2020-2021) la Federación Internacional de Transporte (ITF por sus siglas en inglés) refiere que ese número es mucho mayor. No obstante, desde 2018, el Sur del Golfo de México es considerado por Washington como una región peligrosa, que sigue los pasos de los “piratas modernos” en el Golfo de Adén (Somalia) o el Golfo de África (Centro-Oeste de África), por la forma en la que han venido operando las organizaciones criminales.
Repunte de incidencias
Además, en 2020 fue emitida una alerta marítima por el Gobierno estadounidense, en ese entonces, hubo registro de repunte en los asaltos por “piratas” en la región que alcanzaron hasta 55 incidentes en los siguientes dos años. Sólo en Campeche hay registro de afectaciones a 20 barcos pesqueros y 35 plataformas petroleras, de 2018 a la fecha.
La Consultora Global de Inteligencia y Ciberseguridad (S-RM), indica que los ataques de “piratas” en el Golfo, en su último informe “Inseguridad Marítima en el Golfo de México: Piratería y Pandemia”, hace referencia a las costas de Campeche, Tabasco y Veracruz, entre los puertos de Ciudad del Carmen y Dos Bocas, en el área de la Bahía de Campeche, como regiones de riesgo.
Esta situación afecta por el encarecimiento de productos y servicios en materia energética; de acuerdo con los reportes internacionales de seguridad, los “piratas modernos” operan en pequeños grupos de entre cinco y 15 personas a bordo de lanchas rápidas, que suben a las plataformas y buques en altamar para robar en las plataformas.
Esto último también fue señalado por Nelly Márquez Zapata, quien recordó que los “piratas” se movilizan en embarcaciones con características similares a las ribereñas, sin ser pescadores de ribera, además de que habitualmente usan naves de fibra de vidrio equipadas con motores fuera de borda. Según este documento, existe una relación entre los delitos marítimos y la pandemia de COVID-19.
Otro de los factores es la disminución de personal naval en altamar que fue empleado en los centros urbanos para coadyuvar a los servicios sanitarios del país; igual, destaca que hay empleo de personas familiarizadas con la industria petrolera, extrabajadores con conocimiento del valor de los equipos, que además asesoran a los “piratas” sobre qué y cómo robar.
El método de robo es emplear rifles de asalto, pistolas, escopetas, machetes o cuchillos, sus principales objetivos estarían en el petróleo, combustible, objetos de valor para la tripulación. En este último destacan artículos costosos de comunicación y navegación, así como tanques de oxígeno o motores.
Pemex y el problema
En enero de 2020 Petróleos Mexicanos (PEMEX) reconoció el problema de la “piratería moderna” en altamar de forma implícita, confirmó que 80 elementos de la Secretaría de Marina, cifra que incrementó, fueron desplegados en el Golfo de México, en una primera etapa, debido a actos vandálicos en las plataformas marítimas, pues en 2019 hubo 185 atracos y en 2018 se registraron 364, por lo cual Pemex informó sobre la adaptación de espacios para que los marinos se sumen a la vigilancia de estos lugares.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
JG