"Con la venta de panuchos, cotzitos, enchiladas y empanadas, nos alcanza para vivir con los hijos", expresó don Wilfrido Herrera Pérez, quien junto con su esposa Mercedes Lara preparan estos alimentos para vender en las escuelas o en su hogar en la comunidad de Santa Rita, en Hopelchén, Campeche.
Señalan que a la gente le gusta comer este tipo de platillos y por la gran demanda les alcanza para sostenerse junto con sus hijos, “este negocio es un trabajo honrado y humilde que nos ha permitido enviar a nuestros muchachos a la escuela”, mencionó doña Mercedes.
El matrimonio reconoció que varios de sus conocidos también se dedican a la venta de alimentos, pero ellos siguen con la misma rutina de ofrecerlos a las madres de familia que llevan a sus pequeños al Jardín de Niños del poblado y ya se volvieron sus clientes fijos.
También hay familias que hacen encargos a cualquier hora del día, lo que les ha permitido mantener el negocio desde hace más de 20 años, “para elaborar el alimento usamos leña a fuego lento, seis kilos de masa y los ingredientes que les vamos a poner, pero quienes más solicitan los antojitos son los adultos mayores al señalar que su sabor es único”, relató don Wilfrido.
Los panuchos con carne cuestan cinco pesos, los cotzitos con salchicha cuatro pesos, los panuchos sencillos dos pesos, por eso los compra la gente, aunado al sabor especial por la cocción a la leña donde preparan el pollo, la salsa y hasta las empanadas de queso.
La familia Herrera se levanta diario a las seis de la mañana para comenzar a trabajar, no sin antes desde la noche adelantar la cocción de la carne o el pollo para que puedan atender con prontitud a sus clientes fijos.
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JG