Campeche

Guardia Nacional sería de ayuda en las labores de vigilancia expuso el Secretario General en Campeche, Pedro Samuel Dzul Moo; sin embargo, se ha impedido su participación

La Guardia Nacional sigue sin realizar la vigilancia de las tres zonas arqueológicas que propuso el Presidente de la República, ante la oposición del Sindicato del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), afirmó el Secretario General en Campeche, Pedro Samuel Dzul Moo, y reiteró que requieren al menos 100 plazas en Campeche, y de estas 80, para los custodios de los sitios prehispánicos, principalmente para Calakmul, que es un área por demás extensa.

Por su parte el arqueólogo Florentino García Cruz, consideró que la Guardia Nacional sería de ayuda en las labores de vigilancia y que es necesario instrumentar campañas de concientización para que la población no dañe las estructuras arqueológicas.

Cabe recordar, que en un comunicado interno el Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, al que pertenecen los trabajadores del INAH, explicaban que la presencia de militares en las zonas arqueológicas de Tajín en Veracruz, Teotihuacan en el Estado de México y Calakmul en Campeche, tenía como objetivo apoyar al Instituto Nacional de Antropología e Historia en sus ámbitos de competencia legal, en el combate e inhibición de actos presumiblemente delictivos que pongan en riesgo la protección del patrimonio cultural.

Y tras sostener una reunión con el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, acordaron convocar a reuniones de trabajo con los colaboradores para informar amplia y puntualmente sobre el tema de la Guardia Nacional, “a fin de clarificar sus funciones y facultades en términos de tareas y actividades que desarrollarán en estos vestigios”.

Al respecto, Dzul Moo precisó que tras una deliberación interna en el sindicato nacional, no aprobaron el ingreso de la Guardia Nacional a los sitios arqueológicos, incluido el de Campeche, aunque hubo un diferendo en Teotihuacán, que posteriormente se solucionó.

Explicó que el acuerdo con la Dirección General del INAH fue que la Guardia Nacional continuara con la vigilancia en los alrededores de las zonas arqueológicas como medida preventiva para evitar delitos, pero no aprobaron el ingreso de los elementos policiacos.

Añadió que prosiguen las pláticas sobre el tema y que están en contra del mandato presidencial, por lo que continúan las negociaciones, aunque expresó que cuando ingresen los agentes policiacos a cualquier zona arqueológica del país, será sin sus armas de cargo, además que no deben tener contacto con el público.

Ante los actos de vandalismo registrados en las zonas arqueológicas, como recientemente sucedió en Calakmul, donde rayaron una estela, planteó que el diagnóstico de hace dos años era que requerían más plazas; la solicitud era de 100 nuevos trabajadores y de estos 80 serían para los vestigios prehispánicos.

Ejemplificó que en Calakmul hay seis custodios por turno, por lo que son 12 personas los que tiene a su cargo la inspección para toda el área, e indicó que otra zona vulnerable es Jaina, que aunque cuenta con custodios al tener ingreso por mar y tierra, es susceptible de afectaciones al patrimonio cultural. Recordó que incluso en el Baluarte de San José en una ocasión pintaron un cañón.

A realizar campañas

Asimismo, el arqueólogo Florentino García Cruz, aseguró que la presencia de la Guardia Nacional sería de cooperación en la vigilancia de los sitios prehispánicos, por lo que calificó de temor infundado que el personal del INAH pierda sus plazas con la incorporación de los elementos policiacos.

La labor de los trabajadores —soltó— está especificada en el contrato colectivo. Son necesarias campañas de sensibilización y mayor señalización en los sitios para el conocimiento de la población, para que no pinten los vestigios ni dañen el patrimonio cultural.

Lamentó que sean personas, supuestamente con un cierto nivel académico, el que destruye o daña el patrimonio arqueológico, y recordó que en Edzná fueron estudiantes quienes tiraron una estela, cuando realizaba labores de investigación en el sitio.

En Calakmul también pintaron grafitis y en Rio Bec, hace años, pusieron los nombres de los integrantes de la directiva del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en una parte del sitio arqueológico.

Por su parte, la Dirección del Centro INAH-Campeche no dio entrevista ante la solicitud de ampliar el tema de los grafitis, ya que el argumento fue que no presentaron ninguna denuncia ante estos hechos de vandalismo.

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JG