Los “Xuches” no abrieron su compuerta para drenar la gran cantidad de agua que cubre alrededor de mil 500 hectáreas de cultivos de maíz y soya, por lo que siguen estancados los mecanizados, con los drenes naturales de mayor tamaño rebosando y los pozos de absorción obstruidos de lodo que impide la conexión del campo de cultivo Nuevo Progreso con la cabecera de Hopelchén.
Campesinos de “Los Chenes” señalan que la inundación de los mecanizados ocurrió el viernes y sábado con las prolongadas lluvias que cayeron en la zona, aunado al agua que escurre de la montaña y los campos 1, 2, 3 hasta el 5 donde el líquido se esparce por el suelo desnivelado, “sólo algunos cultivos se están secando, en otros se ven las láminas de agua, mientras la parte que corresponde a los campos 1 y 2 no se seca porque el suelo es “akal-ché” o zona pantanosa que no absorbe agua, se pone muy suave y es difícil pasar donde están los silos porque se queda uno atascado”.
Rutilio Dzib estaba con otros campesinos a un lado de la vereda para ingresar a las tierras a trabajar, pero no han podido cruzar, ya que la única entrada para la zona menonita es por la colonia Temporal, por Dzibalchén o Iturbide, pero el agua no baja de la gran extensión de tierras haciendo imposible el camino.
El gobernador menonita Abraham Tiessen externó que “se cultiva un aproximado de 12 mil hectáreas de maíz, soya y sorgo, también hay producción en algunos domicilios de animalitos de granja, al parecer unos ya desocuparon y esperan retornar cuando se drene el líquido del lugar, pero los sembradíos corren peligro”.
Los “Xuches” son cenotes de mayor tamaño y dimensión que la naturaleza ubicó en distintos lugares -principalmente zonas bajas-, para que cuando llueva y se llenen de agua hacen una especie de expulsión de aire e inmediatamente se traga el líquido que, según los ancianos mayas, lleva el torrente hasta el subsuelo o recae en cenotes más profundos de la Península de Yucatán. En Hopelchén sólo Chunchintok tiene tres “Xuches” que hacen su función natural cuando hay precipitaciones pluviales constantes, pero en Nuevo Progreso los que están cerca no extrajeron el agua, al parecer porque fueron tapados para usar el terreno para las siembras.
Exceso
Por ahora los agricultores “ruegan” que no llueva más para que no se pierdan los cultivos, “si bien las lluvias son una bendición, a veces mucha agua perjudica y mata los plantíos debido a que se estanca durante días y se pudren las raíces”, exclamó el labriego José Tzec Mis.
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LV