Desde discriminación hasta malos tratos es lo que presuntamente han recibido los adultos mayores al momento de abordar el servicio de transporte público en Ciudad del Carmen, tanto de urbanos, colectivos como taxis.
Lo mismo que los estudiantes, a quienes en ocasiones no les dan parada cuando los ven con uniforme, situación que genera malestar por las pésimas condiciones de las unidades que, incluso, les han dañado la ropa, señalaron ciudadanos como Juan Carlos Rejón Puch, Manuel Guerra Cárdenas, Lucía Clemente de la Cruz, Martha López y Tomás Nava García.
Señalaron que el servicio de transporte público en Ciudad del Carmen es pésimo en todos los sentidos, desde los camiones en malas condiciones hasta el hecho de que después de las 22:00 horas no hay servicio, aunque hay gente que sale de trabajar a las 11 de la noche.
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Además, indicaron que es cuando los taxistas aprovechan para aumentar sus precios porque no hay quien los vigile, pues cobran más de 50 pesos, por lo que piden a las autoridades, el Instituto Estatal de Transporte, que acudan a verificar esta situación, además de que se aumente el horario del transporte urbano, por lo menos una hora, entre 10 y 10:30 de la noche.
De igual forma, manifestaron que es urgente que a la par de que haya camiones nuevos que también que estén limpios, pues hay algunos que están muy descuidados, aunque reconocieron que también los ciudadanos deben de contribuir para que las unidades estén limpias.
Reconocieron que hay muchas personas que rayan los asientos, escriben en ellos, además de que también se le debería de poner presión a los choferes de taxis para que tengan limpias las unidades, pues a veces el carro está bien, pero sucio y en otras ocasiones, aparte de sucio también el interior es pésimo, incómodo, con los asientos rotos y hasta con mal olor.
Manuel Guerra Cárdenas, una persona de la tercera edad y con una enfermedad prácticamente discapacitante, camina con cierta dificultad y por consiguiente al abordar una unidad de transporte se ve afectado por las pésimas condiciones del servicio.
A la par, señala que sufre cierta discriminación por parte de los choferes y transportistas, quienes al ver que es una persona mayor, sobre todo, cuando solicita la parada de las combis del servicio colectivo, a pesar de que van prácticamente vacíos, no se detienen.
“Porque ya saben que pagamos cuatro pesos; este es un tipo de discriminación, y considero que debe de venir el Instituto de Transporte a verificar eso, porque no es justo que nos hagan eso solamente porque les pagamos cuatro pesos, hay unos que sí son conscientes, pero son más los que no nos quieren levantar”, dijo.
En cuanto al servicio de taxi, menciona, que ha recibido un buen trato, sin embargo, hay quienes, al ver la necesidad de las personas, sobre todo cuando ven o detectan que van a algún servicio médico, cobran de 30 a 35 pesos.
Además de que hay otros que abusan de personas que apenas llegan a la ciudad, ya que a veces han sido víctima de cobros excesivos, como le sucedió a sus familiares de Frontera (Tabasco), quienes tomaron un taxi de la terminal de segunda, ubicada a unos metros del Puente El Zacatal y sólo por traerlas al Centro, les cobró 40-50 pesos, aunque indicó que no ha sido solo a ellos, también a otros conocidos les ha pasado lo mismo con los taxistas.
Lucía Clemente de la Cruz comentó que en muy pocas ocasiones ha recibido un trato adecuado, que es lo justo que pide, pero hay muchos choferes que se exceden y terminan maltratando a los usuarios.
Dijo que hay choferes que son muy agresivos, como sucedió el otro día en el camión que iba, donde el chofer maltrató y le gritó a una muchacha, lo que dijo que no debe ser porque son servidores públicos.
Por ello, consideró que esas personas no deben de estar manejando un vehículo de servicio de transporte público, pues pareciera que se les pide un favor cuando no es así, además de estar sucias las unidades y no tener la debida precaución al conducir, pude dice que parece que llevan animales y no personas.
Martha López es una persona también de la tercera edad, que al igual que Manuel Cárdenas en muchas ocasiones sufre para poder agarrar, camión o combi, porque es una persona mayor y saben que solamente va a pagar cuatro pesos de pasaje.
Dice que cuando la ven sola o hace parada a solas no le hacen caso en muchas ocasiones, por lo que trata de ponerse donde hay gente y aprovecha para subir a cuestas.
Para ella, abusan de la necesidad de la gente, sobre todo, los choferes de las combis que van a toda velocidad y no hay donde agarrarse, por lo que consideró que corren el riesgo de terminar con golpes o fracturas.
Finalmente, Tomás Nava García, usuario de la ruta de San Nicolás, señala que sabe que son tres unidades las que prestan el servicio por esta zona, pero que de las tres unidades no se hace una; aparte de que tardan mucho para llegar y algunas personas se ven obligadas a gastar de más, pues tienen que transbordar, es decir, bajarse de este camión para subir a una combi o a otra ruta que converge porque es muy lento el servicio.
Indicó que los choferes no respetan las credenciales de estudiantes y en otras ocasiones se ven afectados porque tardan en pasar, lo que les obliga a caminar.
Sin embargo, consideró que no es necesario que lleguen otras plataformas a dar el servicio porque esos son servicios caros, “estamos en una isla, pero lo que es urgente es que la autoridad que regula el transporte debe de hacer su trabajo bien”.
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LV