El Megadrenaje de Campeche no se ha limpiado ni ha recibido mantenimiento desde su construcción, lo que ha ocasionado que más del 50 por ciento de este acueducto esté obstruido y sea una “bomba de tiempo” que podría ocasionar inundaciones más graves en la capital campechana, advirtieron desde la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Estado (CAPAE).
Con una inversión de más de mil 300 millones de pesos, esta obra empezó a construirse hace 12 años, y entró en funcionamiento en el año 2015, sin embargo, su inauguración oficial fue hasta agosto del 2017 por el entonces presidente Enrique Peña Nieto; en ese entonces, se presumía que esta obra acabaría con el problema de inundaciones que aquejaba a la capital del estado; y si bien, algunas zonas se beneficiaron, otras no tanto, e incluso empeoraron.
Álvaro Gutiérrez Castro, director de la CAPAE Campeche, indicó que es indispensable que este megadrenaje sea limpiado cuanto antes, pues al estar la ciudad en el nivel del mar, uno de los grandes problemas que es que ya está saturado por basura, arenas y sedimento productos del mar. “hay una mezcla de materiales que lo saturan, le reducen su capacidad, que entran por las mareas”, apuntó.
Competencia del Ayuntamiento
El funcionario estatal aclaró que la limpieza del megadrenaje es competencia del Ayuntamiento de Campeche ya que todas las obras hidráulicas por ley las ejecuta el Gobierno Federal o los Estatales de forma independiente o mancomunadamente según se proyecte, pero lo terminan entregando a las presidencias municipales.
Dijo que ya notificaron a la comuna campechana de esta situación y se le notificó sobre la urgencia de realizar la limpieza para no afectar a miles de familias campechanas que podrían resultar damnificadas en tiempos de lluvias por las inundaciones.
Hacen falta más drenajes
Desde la CAPAE señalaron que además de la limpieza del megadrenaje, es necesaria la construcción de más drenajes en los puntos críticos de la capital del estado como son Kalá, Concordia y Siglo XXI.
Según se explicó, estos asentamientos se construyeron en los pasos naturales de agua, y con base en la tipografía, son los brazos de la ría, que era el único caudal natural que expulsaba el agua de la ciudad y se fue haciendo cada vez más insuficiente, así como ocurrió con los caudales de la colonia Centro y los barrios tradicionales de San Francisco, Guadalupe y Santa Lucía que se conectaban al mar y ahora es un problema mayor.