Campeche

Madres de familia de la escuela primaria ‘Pedro Sáinz de Baranda’ protestaron para exigir la destitución de la directora Isabel Ávila por falta de capacidad.

Madres de familia de la escuela primaria ‘Pedro Sáinz de Baranda’, ubicada en la colonia Esperanza, protestaron para exigir la destitución de la directora Isabel Ávila por su incapacidad, porque ayer no había energía eléctrica ni agua en el plantel. Además, ha protagonizado fuertes discusiones frente a los infantes, causándoles daño emocional.

Un grupo de mujeres, cuyos hijos estudian en este colegio, se manifestó afuera del plantel tras enterarse de que los alumnos estaban tomando clases sin ventiladores, ya que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) habría cortado el suministro por un adeudo, dejándolos también sin agua, ya que sin corriente no funcionaron las bombas.

Las madres enardecidas comentaron que desde el viernes pasado dialogaron con el supervisor de Zona 005, Jorge Enrique Romero Vargas, quien se comprometió a hablar con la directora de la escuela ante las diversas anomalías que han ocurrido en el plantel desde el ciclo escolar anterior, e incluso, desde años atrás.

Isabel Ávila ha protagonizado discusiones frente a los niños, causándoles daño emocional / Alan Gómez

Acusaron que Isabel Ávila tiene antecedentes, ya que una madre de familia la demandó y ganó, por un problema que tuvo su hijo cuando estudió en este colegio. Además, regañó a un maestro frente a los niños y niñas, quienes se asustaron, lloraron y, muchos de ellos, no quieren ir a la escuela por temor.

“Todo esto ya lo informamos al supervisor, pero no ha venido a solucionar nada. Nos acercamos a la Secretaría de Educación, nos firmaron el documento de recibido, pero no nos hacen caso”, sentenciaron.

Las madres dialogaron con el supervisor de Zona 005, pero no han recibido soluciones / Alan Gómez

Las quejosas aseguraron que en el documento firmaron más de 30 padres y madres de familia, pero son muchos más los que están inconformes con la directora de la escuela, aunque tienen miedo de que haya represalias hacia sus hijos, y por eso se niegan a firmar y levantar la voz.

“Queremos que la cambien, ya no la queremos en la escuela. Lleva como ocho o diez años, y desde entonces ha habido situaciones que afectan a nuestros hijos. Mañana (por hoy) vamos a venir temprano, la entrada de los alumnos es a las ocho de la mañana, pero antes, si no hay solución, vamos a ponerle candado a la reja y nadie pasará”, advirtieron.

JGH