En Campeche, la tradición del Día de Muertos no termina el 2 de noviembre. Una semana después, los campechanos celebran el "Bix" u "ochavario", una conmemoración especial para honrar y recordar a los seres queridos que han partido. Esta celebración, llena de emotividad y tradición, es una ocasión para mantener viva la memoria de los difuntos y fortalecer los lazos familiares y comunitarios.
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El ambiente solemne y familiar del Bix
El Bix se lleva a cabo en un ambiente de respeto y solemnidad. Las familias campechanas se reúnen nuevamente para visitar los altares que prepararon para el Día de Muertos, renovando las ofrendas y encendiendo veladoras. Es común que se organicen misas y rezos en honor a los difuntos, y que se compartan anécdotas y recuerdos de los seres queridos que ya no están.
Comunidades que mantienen viva la tradición
Algunas de las comunidades donde se mantiene viva esta tradición incluyen Tenabo, donde algunas familias siguen la celebración del Bix con altares y ofrendas para los difuntos. En Hopelchén, aunque el Bix no tiene el mismo auge que el Día de Muertos, algunas familias en la cabecera municipal y en comunidades cercanas como Katab, El Poste, Xcalot Akal, San Bernardo Huechil, Xculoc, Chunyaxnic, y San Antonio Yaxché continúan con esta tradición.
Rituales y festejos en la conmemoración del Bix
Además de las actividades religiosas, el Bix también incluye elementos culturales y festivos. En algunos lugares, se realizan procesiones y eventos comunitarios donde se comparten alimentos tradicionales como tamales, pibipollos y dulces típicos. Estas reuniones no solo sirven para recordar a los difuntos, sino también para reforzar el sentido de comunidad y pertenencia entre los habitantes.
La celebración del Bix es una muestra de la rica herencia cultural de Campeche y de la importancia de las tradiciones en la vida de sus habitantes. A través de esta conmemoración, los campechanos demuestran que el recuerdo de los seres queridos perdura más allá del Día de Muertos, manteniendo viva su memoria y su legado.
JGH