La prolongada sequía que abarcó hasta las primeras dos semanas de junio, provocó el siniestro de al menos 40 hectáreas de maíz y las pérdidas económicas de casi medio millón de pesos, además de acabar con 30 hectáreas de chigua, señaló el comisario ejidal Luciano Dzib Aké.
La autoridad indicó que la primera siembra de maíz realizada en la última semana de mayo, que abarcó poco más de 80 hectáreas, se perdió en su mitad por la falta de lluvias.
Detalló que los productores perdieron alrededor de 500 mil pesos en esas 40 hectáreas siniestradas, ya que por cada hectárea sembrada, los labriegos habrían gastado cerca de 12,000 pesos, si no es que más.
Añadió que el tiempo fue engañoso, pues llovió durante una semana en mayo, y los productores sembraron, pero luego las lluvias se paralizaron por completo, lo que provocó que las plantas se marchitaran.
Expresó que algunas plantas lograron crecer, pero espigaron rápidamente por falta de agua, mientras que otras se fueron secando poco a poco.
Sin embargo, señaló que muchos maiceros realizaron en julio una segunda siembra en esas 40 hectáreas siniestradas, y gracias a Dios lograron una buena cosecha, aunque lo obtenido se destinará principalmente a pagar deudas y créditos de la primera siembra.
Asimismo, Dzib Aké mencionó que también unas 30 hectáreas de chigua sembradas en la misma fecha se perdieron. Aunque la inversión fue menor, de unos 5,000 pesos por hectárea, la pérdida económica asciende a unos 150,000 pesos.
JGH