Al menos cinco poblados del Camino Real son amenazadas por mangas de langosta que tienen en jaque a los habitantes de la zona, pues temen que los insectos acaben con sus cosechas, lo que les ocasionaría pérdidas millonarias.
Hace unos días, Por Esto! le informó de la presencia de una manga de langostas en la comunidad de Chunkanán, misma que fue combatida por personal del Comité de Sanidad Vegetal de Campeche (Cesavecam); sin embargo, gran parte de estos acrídidos se escondió en el monte. Ahora, han sido vistos en Nilchí, Tinún, y la exhacienda Cholul.
El coordinador del monitoreo Manuel Álvarez Martin dijo seguir la ubicación para el control, pero justificó que son muy extensas y no se han podido erradicar.
En la Junta Municipal de Tinún hay zozobra entre los pobladores, pues es un lugar con muchos árboles de donde obtienen los frutos para elaborar sus conservas, pero ahora están amenazados por estos insectos que arrasan todo a su paso.
Los habitantes de esa localidad temen que acaben con sus cítricos, ciricotes, mangos, nance, ciruela y otros árboles frutales, los cuales cuidan todo el año.
Sumado a esto, los técnicos del monitoreo fueron avisados ayer por pobladores de Isla Arena que ingresó otra manga de casi dos kilómetros de largo, y sobrevolaron la localidad de San Nicolás, jurisdicción de Calkiní.
Todo apunta a que podrían ingresar a la reserva de la Biósfera de los Petenes, donde se espera poder combatirlas. Mientras, las familias hacen fogatas en sus patios para impedir que los insectos se estacionen en sus huertos, pues se cree que el humo los ahuyenta.
Se prevé que si las langostas siguen la misma trayectoria salgan por Hampolol o Kobén, en el municipio de Campeche, por lo que se ha alertado a los productores estar atentos y reportar al Cesavecam.
Otro avistamiento
A inicios de este mes, el jueves seis de febrero, apareció una manga de langostas en los caminos de Isla Arena invadiendo el ojo de agua “El Remate”, fue vista por Tankuché donde se introdujo a los matorrales de los manglares blancos y se escondió.
Cada año pasan por territorio campechano del lado de Yucatán, otras veces entran por la frontera con la Villa de Bécal y Halachó, pero siempre recorren los municipios de Calkiní y Hecelchakán; cuando son muchas, algunas toman la ruta de los Petenes de Tenabo e ingresan a la capital del Estado donde permanecen varios días hasta que se esparcen.