La pérdida de las selvas a causa de la deforestación y el incremento de los gases de efecto invernadero han alterado el clima en la Península de Yucatán, provocando sequías cada vez más intensas y, con ello, reducciones de hasta 30 metros en los mantos freáticos, siendo un problema alarmante, ya que podría dejar a la capital y otras ciudades del Estado literalmente secos, alertó Jorge Peña Ramírez, profesor investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).
Explicó que México y la región peninsular no se escapan de los fenómenos mundiales, los cuales traen alteraciones muy profundas en el clima, por lo que se esperan sequías y lluvias cada vez más intensas; y es que los árboles funcionan como un amortiguador climático y, al deforestarlos, perdemos esta protección natural.
“De todo el país, en la Península de Yucatán es donde más se deforesta, pero aquí los ríos son subterráneos, no corren en la superficie; por tanto, no podemos ver cómo es la variación en estos niveles. Sin embargo, las personas que administran los pozos sí se dan cuenta y, en algunos casos, se ha reportado una disminución de hasta 20 o 30 metros en el manto freático, lo cual es una cuestión muy dramática que puede dejar a la ciudad de Campeche y a otras ciudades del Estado, literalmente seco”, advirtió.
Manifestó que el problema de esta región del país es que no tenemos una infraestructura sólida para almacenar agua, sobre todo en las casas, donde se cuenta con pequeños tinacos y muy pocas tienen una buena capacidad de almacenamiento, dependiendo de lo que suministra el municipio, pero si deja de enviar agua, vamos a quedar secos.
“Los mantos freáticos van bajando de nivel y el problema no es solamente la pérdida de agua dulce que, en el subsuelo, mantiene a raya el agua de mar. Sin estos mantos freáticos, el agua de mar se mete hacia el continente y los pozos que eran de agua dulce, empiezan a convertirse en pozos de agua salubre, o incluso en pozos de agua de mar y se vuelven inútiles para uso de consumo humano. En varios lugares pasa, sobre todo los que están cerca de la costa, en estudios hemos detectado cuerpos de agua que están hasta 80 kilómetros metidos hacia dentro del continente que traen ya influencia de agua marina y es porque disminuyó el manto freático, sobre todo se da en la época de sequía”, delató.
Reitero que la selva va cambiando, y si encima la estamos deforestando, se vuelve un problema cada vez más grave, por lo que urge tomar conciencia y acciones a nivel mundial en cuanto a cambio climático, proteger los árboles, porque de granito en granito estamos contribuyendo en los procesos de deforestación más grande del país y, por tanto, la afectación más grave hacia el suministro de agua potable en el país, la estamos haciendo en esta zona.
“La Península de Yucatán, a diferencia de otros lugares del país, tiene un suelo kárstico, es un suelo poroso, esponja, y lo que hagas aquí, afecta a 80 o 90 kilómetros de distancia”, subrayó el investigador de Ecosur.