Padres de familia calificaron como un falso pastor a Mario Efraín C., responsable del anexo “Casa Hijo de la Luz”, luego de enterarse de que sus hijos fueron golpeados y presentan diversas lesiones en el cuerpo debido a las agresiones que recibieron, incluyendo a un joven discapacitado. Por este motivo, interpusieron una denuncia contra este individuo ante la Fiscalía General del Estado de Campeche.

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Los padres explicaron que recibían videos en los que sus hijos parecían estar en buenas condiciones, sin saber que en realidad sufrían daños físicos que comprometían su salud. Tras descubrir el maltrato, acudieron al centro y, pese a la negativa del responsable, retiraron a sus hijos de las instalaciones.
Las familias, originarias de Sabancuy, municipio del Carmen, habían confiado en el anexo como una opción para rehabilitar a sus hijos. Uno de los padres relató que, al escuchar hablar de la Biblia, creyó que era un lugar adecuado para su hijo, quien atravesaba una etapa complicada. Sin embargo, nunca esperó que fuera sometido a estos tratos inhumanos y mucho menos que resultara con lesiones graves. Este padre reveló que pagó 5,200 pesos por el ingreso de su hijo al centro y enviaba 3,000 pesos mensuales para su manutención, aunque los jóvenes no recibían alimentos adecuados.
Una madre mostró las condiciones en las que se encontraba su hijo, con el ojo hinchado y costillas rotas, mientras otra denunció que, días antes, al intentar visitar a su hijo en el centro, no se le permitió verlo. Ambas exigieron justicia y el castigo correspondiente para quien se promocionaba como rehabilitador, pero solo les infligía castigos.
El centro, ubicado en la calle Benito Juárez, manzana 9, lote 13, entre Puente y Emiliano Zapata, en la colonia Miguel Hidalgo, no cuenta con señalamientos que lo identifiquen como un lugar de rehabilitación. Se sabe que los jóvenes permanecieron en el sitio entre tres, cinco y hasta ocho meses, tiempo en el que soportaron los malos tratos.
Una joven relató que fue golpeada con un palo por reírse, ya que el agresor argumentaba que no era apropiado al estar en un lugar "sagrado". Ahora presenta lesiones en la pierna que le dificultan sentarse y realizar otras actividades.
Finalmente, los padres, reunidos en grupo, sacaron a sus hijos del lugar y demandaron justicia a la Fiscalía General del Estado, exigiendo que las autoridades actúen contra los responsables de estas agresiones y protejan los derechos de los jóvenes.