Dos personas, padre e hijo, fueron ejecutadas ayer por la mañana con arma de fuego en terrenos de la comunidad de Santa Rosa ubicados en la mensura que divide a esta población con el ejido Desengaño.
A las 09:00 horas, los occisos trabajaban en sus parcelas como parte de las labores del Programa “Sembrando Vida”, por lo que se presume que el o los ejecutores entraron a pie y los sorprendieron presuntamente con armas de asalto calibre .9 milímetros de acuerdo con las pesquisas realizadas en el lugar por las autoridades ministeriales y de la Vicefiscalía Regional con sede en el municipio.
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Los fallecidos respondían a los nombres de T.L.J., de 54 años y su hijo E.L.L., de 31 años; se presume que primero ejecutaron al progenitor, su vástago trató de escapar e ingresó a la milpa, pero tras correr 300 metros y al salir a campo limpio fue acribillado por la espalda y quedó tirado en posición boca abajo.
El móvil del doble asesinato presuntamente se debe a problemas de tierras de hace años; a las 09:00 horas las detonaciones alertaron a los vecinos de la comunidad de Santa Rosa en donde vivían ambos, pero también fueron escuchados por habitantes de Desengaño, por lo que autoridades de ambos poblados tomaron conocimiento de lo ocurrido.
Personal del Ejército Mexicano destacamentado en Desengaño recorrieron infructuosamente el lugar en busca de los responsables, quienes supuestamente escaparon a través de la maleza.
Los cuerpos fueron hallados a unos 400 metros de la carretera, en predios adscritos al referido programa federal denominados “El Valle” y “La Cristalina”; además se localizaron seis casquillos de arma de .9 milímetros.
Se especula que los asesinos usaron un arma de asalto conocida como MP5, por lo que elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Policía Municipal de Candelaria acordonaron el área para efectuar las investigaciones y más tarde procedieron al levantamiento de los cadáveres que fueron trasladados al anfi teatro de la ciudad de Escárcega para la necropsia de ley.
SY