Hasta 350 piñatas busca vender don Pedro Flores, un adulto mayor que desde hace cinco años se convirtió en artesano de este elemento característico de las fiestas mexicanas, donde la Navidad y el Año Nuevo se han convertido en las festividades de esta época del año en la que mayor demanda tiene este arte, pues las figuras que al menos él crea, no son típicas.
Noticia Destacada
Venta de piñatas tradición a punto de desaparecer; preocupa a comerciantes de Candelaria
A las afueras del mercado público Alonso Felipe de Andrade, desde muy temprana hora llega don Pedro, instala unas sogas y cuelga sus piñatas, entre las cuales no puede faltar la tradicional de siete picos, así como de otros personajes de estas fechas. Su tamaño es pequeño en donde se llevan entre dos y hasta cinco kilos de dulce, esto permite que el precio de su producto sea muy económico.
Según explica el adulto mayor, hace cinco años inició con sus primeras piñatas, convirtiéndose en un comerciante conocido en la zona céntrica por las características de su producto, pues si bien, no deja atrás las habituales como Santa Claus, Muñecos de Nieve, Renos, Pinos, hace otras figuras que han encantado a la población.
Don Pedro inicia con la elaboración de piñatas desde mayo, periodo en el que empieza a crear las bases y en septiembre empieza poco a poco a forrarlos para que el papel no pierda el color. Diario hace entre 10 y 15 moldes, siempre y cuando consiga todo el material como cartón, papel periódico, pegamento, entre otros.
Reconoció que elaborar piñatas no es un negocio que deje grandes ganancias, sin embargo, se ha convertido en un mecanismo de disfrutar su tiempo libre, echar a andar la imaginación y por ello es que elabora piezas únicas, como envases de refrescos, de cervezas, pavos y lo más actual son los “años viejos”.
Al respecto de esta característica pieza que se agota muy rápido cuando está cerca la celebración de fin de año, comentó que muchas personas no aceptan la pirotecnia ni el fuego como uno de los atractivos de la cena para recibir el año nuevo, por ello pensó en crear “viejitos”.
Las piñatas de don Pedro tienen un costo de 150 pesos, cualquier modelo, él afirma que hacerlas económicas es contribuir con la situación de las familias, que no siempre tienen ni para comprar muy grandes o muy caras, entonces, él disfruta lo que hace, gana lo que pueda y aporta momentos de diversión en las fiestas de esta temporada. Finalmente agradeció a la ciudadanía porque han tenido preferencia para con él, incluso para evitar que se pierdan algún modelo llegan con tiempo a hacerles apartados o pedidos especiales.