Dos pasillos del área de carnicería del mercado “Alonso Felipe de Andrade” se inundan ante la falta de desazolve del drenaje y es que desde hace un tiempo para evitar que el agua se dispersara por toda el área húmeda colocaron cemento en las rejillas de otras zonas. Locatarios afectados denunciaron que el rebosamiento se presenta cada que abren las llaves para lavar sus utensilios y que esa agua pestilente provoca una pésima imagen para sus clientes.
Los locatarios, Víctor Manuel de la Cruz y Elizabeth del Carmen Rosado Solana, llamado a la administración del Centro de abasto para que a la brevedad se ordene el desazolve que tiene varios meses que no se hace y se piense en una alternativa como el cambio de tubería de drenaje por una de mayor capacidad.
El problema del drenaje del mercado radica desde su origen y es que cuando se construyó colocaron tubería como de uso doméstico y la gran cantidad de agua y desechos que se filtra por ellas han creado un tapón, al tratarse de grasa. Esto ha traído como consecuencia el rebosamiento y pestilente olor, por lo que, la administración tomó la medida de sellar con cemento, pero eso complicó la situación para dos pasillos en particular.
Manuel de la Cruz dijo que aunque desde hace mucho tiempo ha permanecido ese problema y pese a que han solicitado a todos los que han sido administradores del mercado, les ha importado poco, pero para ellos que a diario desarrollan sus actividades en esos locales, sufren las consecuencias del mal olor y hasta de bajas ventas en esos últimos dos pasillos de carnicería, pues la gente no quiere llegar para soportar la pestilencia.
“Llegamos en la madrugada y cuando preparamos todo para abrir, cuando se lava, se empieza a rebosar, tenemos que limpiar los puestos, los pasillos y vaciar cloro para que se vaya el mal olor; por eso hasta decolorado se ve el piso; sólo basta para que alguno de los que estamos en estos dos últimos pasillos abran sus llaves para lavar los trastes y empieza la pestilencia”, explicó Rosado Solana.
Meses atrás había sido desazolvado el drenaje y no habían tenido el problema; sin embargo, dejaron de hacerlo y pese a que en estas semanas está presentándose de nuevo el problema, dicen no ver intenciones de solucionarlo, pero es urgente para evitar que la gente siga yéndose sin comprarles.
“Si de por sí las ventas en los pasillos de más atrás es baja, con ese mal olor la gente no llega, nos urge la mejoría, tal vez aumentando el grosor de la tubería, estamos dispuestos a poner de nuestra parte para que funcione, ahora no llueve, entonces imagínese cuando empiece la lluvia diaria, seguiremos rebosándonos, confiamos que lo solucionarán pronto”; concluyó.
JY
