Petróleos Mexicanos (PEMEX) enfrenta momentos difíciles, ya que el rescate prometido por el director general, Octavio Romero Oropeza, no se reflejó en infraestructura, mantenimiento y finanzas, consideró el empresario de la industria petrolera, Gustavo Novelo Torres. Subrayó que, desafortunadamente, la compleja situación que enfrenta la empresa productiva del Estado es un paquete que nadie quiere “aventarse”.
Sin embargo, confían en que la presidenta electa de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, analice cuidadosamente quién dirigirá a PEMEX en su sexenio, ya que, además de ser conocedor, deberá realizar una reingeniería completa de la instancia.
Comentó que es una realidad que los prestadores de servicio en primer, segundo y hasta tercer nivel están sufriendo porque confiaron en que las oportunidades de contratación les darían un respiro tras lo sucedido con la reforma energética y el COVID-19. Dijo que en estos últimos dos años sus esperanzas se derrumbaron.
Agregó que tienen la confianza en que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, aún no ha anunciado a quién fungirá como director o directora de PEMEX, porque está consciente de que lo primero que recibirá serán reclamos de los empresarios de la región a quienes hay que resolverles cuanto antes la promesa de pago.
No ven claro
“Según el compromiso, era que en agosto ya no habría deuda. Pero en estos momentos PEMEX no da muestra de querer pagar y ni hay fecha para cuando. Las empresas que subsisten lo hacen gracias a pequeños proveedores y préstamos ante instituciones bancarias. Es una incógnita saber qué pasará en el Gobierno Federal con el cambio de sexenio porque el actual director no ha tenido la forma ni el modo de resolver la problemática de PEMEX”, indicó.
“El rescate de PEMEX del que tanto habló Romero Oropeza fue solo de palabra, pues falta infraestructura, no hay mantenimiento y lo financiero, que incluía a los proveedores, solo fue una falacia”, destacó el empresario, quien se dijo preocupado ya que la economía en Ciudad del Carmen depende en gran medida de la actividad petrolera.
“El que llegue tendrá que hacer una reingeniería de precios, costos y sacar adelante verdaderamente a PEMEX; de lo contrario, no sabemos cuál será el futuro de la empresa que no ha logrado despertar de ese sueño, pues es más fuerte la pesadilla económica que sus ganas de levantarse”, concluyó.
JGH