Un joven carmelita, efectivo de la Guardia Nacional murió en el cumplimiento de su deber durante el enfrentamiento en el municipio de Villaflores, Chiapas. Con tan solo de 36 años, Edgar Enrique Leciano Cruz, llegó anoche a su tierra natal, Ciudad del Carmen, para que le den cristiana sepultura. Su padre, Martín Enrique Leciano Acosta, realizó trámites para recibir el cuerpo de su único hijo.
De acuerdo a los hechos, la intervención militar en ese municipio chiapaneco, fue coordinada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y se llevó a cabo tras recibir varios reportes de robos de vehículos en la comunidad de Malpaso y en la autopista Arriaga-Tuxtla Gutiérrez.
La coordinación entre las autoridades castrenses y el Centro Nacional de Inteligencia permitió detectar que los vehículos robados habían sido trasladados a la zona frailesca. Durante la búsqueda de las unidades de registro, se desató un intenso enfrentamiento, donde murió el joven Edgar Enrique.
Su padre, comentó que hace cuatro años, su hijo tuvo el interés de ingresar a las fuerzas armadas, por lo que se presentó a las instalaciones de la Décimo Primera Zona Naval con sede en la Isla, ingresó su documentación, presentó sus exámenes y fue como obtuvo el empleo, sin embargo, su plaza fue asignada al municipio de Villaflores en Chiapas y desde entonces, el junto con su esposa y sus tres hijos se fueron a vivir para ese lugar.
Conmovido porque lo único que sabía era que jamás volvería a ver a su hijo con vida, don Martín, comentó que apenas el lunes había platicado con él, el joven, hasta ayer, efectivo de la Guardia Nacional en sus conversaciones telefónicas siempre le externaba que había hechos violentos, que un compañero al que le faltaban unos días para jubilarse falleció en cumplimiento de su deber, sin embargo, pese a vivir esas experiencias y saber cómo estaba la delincuencia no quería desistir a las fuerzas armadas.
“Ayer miércoles 11 de septiembre, a las 12 del día recibí una llamada de mi nieta quien me dijo lo que había pasado, no lo podía creer, ya más tarde me lo terminó de confirmar mi nuera cuando estaba en la morgue, para el reconocimiento del cuerpo, aunque estaba consciente del riesgo que tenía mi hijo de ser parte de las fuerzas armadas jamás me imaginé cuando iba a suceder, siempre lo aconsejaba, le decía que era mi único hijo, que lo amaba, me confiaba cosas, hay veces hasta llorando, solo le decía que sacara eso que le asustaba, pero le gustaba su trabajo”, dijo, don Martín.
El joven Edgar Enrique, cumplió el pasado dos de septiembre 36 años, tuvo tres hijos, una joven 16 años, un adolescente de 12 y una niña de ocho años. Su cuerpo arribó anoche a Ciudad del Carmen, será velado en la sala de la Funeraria Akal del Panteón Colonia y la sepultura se realizará la tarde de este viernes.
JY