El 26 de enero se celebra el Día Mundial del Pescador, y en este marco se entrevistó a algunos pescadores de Sabancuy para que compartieran sus experiencias a lo largo de su vida en este oficio.
En Sabancuy, alrededor de 750 pescadores ejercen uno de los trabajos más peligrosos de la región, cada uno de ellos ha vivido experiencias únicas, ya que no cualquiera tiene el valor de enfrentarse al mar por varios días y, en muchas ocasiones, a las condiciones climáticas adversas y las fuertes olas, ser pescador en Sabancuy es tener un gran valor, ya que se requiere perder el miedo en busca del sustento para las familias.
Uno de los pescadores más experimentados es Héctor López Méndez, quien ha trabajado en este oficio durante más de 30 años, a lo largo de su carrera ha vivido tanto momentos buenos como difíciles, pero siempre ha sido este su medio de vida, y espera tener mejores experiencias en este año.
López Méndez comentó que comenzó a pescar desde niño, aprendiendo de su padre en el ejido Calax, donde pescaban en las pozas; con el tiempo, se trasladó al mar de Sabancuy, y en temporadas también ha trabajado en Progreso, Yucatán.
El pescador destacó que la pesca es muy arriesgada, y en ocasiones ha tenido que enfrentar la dolorosa pérdida de compañeros que no regresan de sus faenas, aunque a veces se siente desmotivado, siempre encuentra la fuerza para continuar, ya que el trabajo de pescador es el que le permite ganar el sustento para su familia.
A lo largo de su vida, ha experimentado tanto buenas rachas de pesca como temporadas de escasez; sin embargo, insiste en que no hay que rendirse, y es necesario aprovechar las buenas capturas para ahorrar en los períodos de baja pesca.
Otro problema que enfrentan los pescadores es que, cuando hay abundancia de pescado, los precios bajan en las bodegas, lo que afecta sus ganancias, López Méndez expresó que lo ideal sería que no se redujera el precio del pescado en esas ocasiones, para que puedan tener un margen de ahorro que les permita enfrentar las temporadas difíciles.
Por su parte, Gilberto Heredia Gómez, también pescador de Sabancuy, compartió que ha sido pescador toda su vida y, gracias a este trabajo, ha logrado mantener a su familia por más de 30 años; al igual que Héctor, reconoció que existen temporadas buenas y malas, pero insistió en que la clave es ser persistente y aprovechar los momentos de abundancia.
Heredia Gómez resaltó que Sabancuy es un lugar de pescadores, y muchas familias dependen de esta actividad, es sin duda, una de las actividades más importantes de la región; Por eso, destacó que se espera que haya buenas capturas para mejorar la economía local y, con ello, la calidad de vida de las familias de pescadores.