Un joven fue ingresado en calidad de crítico al IMSS zona Centro, luego de ingerir raticida durante una fiesta en un predio familiar; a pesar de ser trasladado con vida, falleció en el interior del nosocomio durante el transcurso del día de ayer.
El hecho ocurrió cerca de las 19:40 horas, cuando la víctima de 26 años se encontraba en una fiesta familiar realizada en la calle vigésima, por avenida Siglo XXI. Posteriormente, se supo que el joven comenzó a discutir con sus padres al grado de encerrarse en su habitación.
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Al estar presuntamente intoxicado con alcohol, el veinteañero se apoderó de un líquido usado para matar ratas e ingirió el contenido casi en su totalidad. Al cabo de unos minutos, comenzó a presentar espasmos estomacales y luego empezó a convulsionar.
Sus conocidos y familiares, al ver el hecho, intentaron inducirlo rápidamente al vómito, al tiempo que daban aviso inmediato al número de emergencias para pedir una ambulancia.
A las 20:00 horas, paramédicos del Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU) y agentes policiacos se arremolinaron al sitio, donde controlaron a los familiares que se encontraban al borde de una crisis nerviosa.
Los rescatistas, al calificar como grave el estado de salud del joven, decidieron que era necesario llevarlo de urgencia al hospital del IMSS zona Centro. En el trayecto, los médicos aplicaron un “lavado mecánico” y pensaron que le salvaría la vida.
No obstante, cerca de las 10:00 horas de la mañana se dio a conocer que el hombre había sucumbido ante las heridas que el raticida había ocasionado dentro de su cuerpo y murió, por lo que se transformó en el suicidio número 57 en lo que va del año y sexto del mes de julio.
Al hospital llegó personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO) para recuperar los restos y realizar la autopsia marcada de ley, la cual constató que se trató de “sulfatación de órganos”. Posteriormente, el cuerpo se le fue entregado a los familiares.
JG