Campeche / Sucesos

En un cateo en Pomuch, las fuerzas federales decomisaron 120 litros de gasolina que un anciano vendía para ayudar a sus nietos huérfanos.

En cateo realizado a una cuadra del centro de Pomuch solo decomisaron un promedio de 120 litros de gasolina que menudea el señor Cruz Valdemar Poot de 85 años de edad y lo hace para ayudar a sus nietos huérfanos, dijeron familiares cercanos. Al llegar las fuerzas federales con armamentos de grueso calibre, cerraron la calle principal cerca de la comisaría ejidal.

Las fuerzas federales arribaron a las 10 de la mañana cuando arribó la Fiscalía General del Estado, la Marina y la Policía Estatal Preventiva con casi 10 unidades, quienes cerraron el paso y asustaron al anciano, que vive con su viejita, pero nunca pensó que le caerían las fuerzas federales como la Guardia Nacional. Empezó a temblar y tuvieron que traer a una doctora para valorar su estado de salud, pero los agentes querían negar la atención médica del anciano. Se realizó el cateo y los agentes, al notar la minuciosa cantidad, dijeron que no valió la pena. Mientras investigaban, pasaron 3 horas hasta la clausura.

Las fuerzas federales cerraron la calle principal y asustaron al anciano, quien necesitó atención médica / Erick Caamal

De los 20 litros y unas botellas de a litro que se vende a mototaxistas, las ganancias eran para los alimentos de los nietos. Los agentes, confundidos, no podían llevarse al viejito y se llevaron, según, a un hijo para declarar. Se argumentó que era un lugar clandestino pero de menor cantidad, sin tambores o almacenes grandes como en otros lugares, expusieron los familiares, quienes no podían hacer nada con el abuelo, ya que es el único trabajo que puede hacer para apoyar a la familia, indicaron los vecinos. Además, expusieron la existencia de grandes clandestinos de venta de cervezas y licor de día y de noche que no fueron cateados.

Los familiares argumentan que no es un caso de huachicoleo, sino una venta clandestina de menor cuantía / Erick Caamal

Para culminar, los peritos de la procuraduría sellaron todas las entradas, en la esquina del domicilio que tenían en renta para una pastelería. Ahora no la podrán abrir, todo quedó sellado, incluso el medidor de luz, y las rejas. Los familiares van a insistir para que no haya un malentendido: no es un caso de huachicoleo, no es un robo. Es más, en la mañana se compraron 50 litros en la gasolinera de Pomuch y ahora van a enfrentar un cargo por una venta clandestina de menor cuantía.

JGH