Luis Carlos Coto Mederos
370
El albañil
Fui a casa de doña Aleja
a cogerle una gotera,
pero de cualquier manera
queda corrida la teja.
Por bien que se le acoteja
el trabajo queda mal,
pero como real a real
yo me estoy buscando un tongo
se la quito y se la pongo,
pero se le queda igual.
Yo le dije el otro día
que era una teja corrida
por tan grande la caída
que el mismo techo tenía.
Pero la vieja seguía
su capricho majadero,
y me dijo: Ahora yo quiero
que me termine el trabajo,
que yo le diré de abajo
adonde está el agujero.
Entonces puse la teja
donde la vieja quería
y me dije: Hoy es el día
que yo conformo a esta vieja.
Se la puse bien pareja
por el lado y por el frente,
le puse un calzo aparente,
bien colocado en el centro
y además le eché por dentro
la mezcla correspondiente.
La noche aquella llovió
y al otro día volví
porque todavía creí
que la gotera siguió.
Pero me dijo que no,
que ni una gota pasaba,
que ya lo que le quedaba
poca importancia tenía,
que sí, que se resumía,
pero no se le mojaba.
Giraldo León
371
Los pretendientes de Inés
Son más de uno y más de un par
los pretendientes de Inés;
son tres y valen los tres
lo que un papel de fumar.
Es el primero Gaspar,
pasante de una escuelita,
do gana una escasa frita
y tres pesos por semana
y como tan poco gana,
no le conviene a Inesita.
El segundo pretendiente,
Bartolo, es un gran rumbero,
jugador y pendenciero
hasta la pared de enfrente.
Seis años próximamente
la ronda igual que a otras cinco.
Y aunque el hombre con ahínco
quiere el sí de Inés lograr,
le dice ésta sin cesar:
Bartolo, es más largo el brinco.
El tercero que le faja
es un viejo carcamal
ya amarillo cual tamal
y próximo a la mortaja;
éste tampoco le cuaja
para matrimonio a Inés,
pero tan lijosa es
que dice hueca a la gente:
Yo tengo tres pretendientes
¡aunque regalo a los tres!
El Hijo de la Capitana