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Cultura

Barbarella

Conrado Roche Reyes

Películas imborrables

El famoso productor Dino de Laurentis tuvo la brillante idea de llevar a la pantalla lo que en un principio fue un cómic. Mas no se trataba de un cómic cualquiera, sino el primero de lo que ahora llamamos cómic para adultos.

Dirigida por el francés Roger Vadim, nada menos que el descubridor y quien lanzó a la fama a Brigitte Bardot y a Catherine Deneuve. Fue un director que estaba especializado en las escenas eróticas. Y “Barbarella “no podía ser la excepción. La estrella de la novedosa adaptación fue su entonces esposa, la bellísima y súper sensual Jane Fonda. “Barbarella” es, hoy día, una película emblemática. Es una combinación de ciencia ficción, erotismo y psicodelia y comedia.

La película está ambientada en el año 40,000, en el cual, “Duran Duran” (de donde tomó su nombre el famoso cantante de rock), un científico loco. Entones intenta poner en peligro la paz y amor que se volvía en ese hipotético año con un rayo destructor que podría cavar con toda la avanzada civilización.

El planeta Tierra, que en ese futuro era ya un solo país, y cuyo presidente de este planeta encarga a Barbarella la misión de atraparlo y detenerlo en sus maléficos planes. Barbarella, sensualísima y en trajes muy ad hoc para lucir ésta, sale en una nave para cumplir su misión. Se echa a perder su nave y aterriza en un extraño planeta Lythion. En dicho lugar, Jane Fonda-Barbarella tiene varias aventuras y peripecias con las extrañas costumbres de los habitantes del planeta, cada una más esperpéntica, psicodélica y delirante, pero siempre estará presente el erotismo.

La escena más recordada de esta cinta es que durante los créditos, Jane Fonda realiza un streap tease en gravedad cero y es uno de los más celebrados en la historia del cine. Ella se va quitando su traje de astronauta cubriéndose parcialmente su desnudo cuerpo con los letreros de los títulos. Es, obviamente, una película concebida para el lucimiento de la actriz. En toda la película, su vestuario son sexi modelos. Brassieres de plástico transparente, mallas y minifaldas provocativas. La promiscuidad de Barbarella es notable, se acuesta con todos los personajes masculinos durante su experiencia en las galaxias. Así era la actitud de los habitantes del planeta Lythion. Algo inaudito para la época y marca un inicio del cine erótico actual o la “manga” japonesa. Tiene un encuentro sexual con un ángel ciego, que recupera la vista tras éste.

Duran Duran la captura y tortura con el “orgamastron”, en cuyo nombre está su función, ella aguanta los múltiples “orgas” y el invento termina reventando ante la fascinaciones de Duran Duran. Hay un ataque de muñecas asesinas que le arrancan más ropa que piel, y su encuentro con el jefe de la revolución “Dildano”, en el que le explica que las relaciones sexuales en la Tierra ya no son físicas sino tomando pastillas.

En realidad, la trama carece de la más elemental lógica. Es una ciencia ficción muy visible en sus efectos especiales tan rudimentarios. De antemano, se sabe que no tiene ninguna pretensión más que mostrar el extraordinario magnetismo erótico de Barbarella. Tiene un humor surrealista que agrada y conserva, a pesar de todos sus defectos, su extraño atractivo.

Es, finalmente, una película que todo cinéfilo debería ver. Es, a pesar de los años y sus evidentes cuestiones de técnica y visible trucos (piedras, rocas, plásticos, todo muy “fonzi”), una película de culto.

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