Luis Carlos Coto Mederos
Del panorama decimístico cubano del siglo XX (52)
1661
La seda de mi pañuelo
(fragmentos)
Como respuesta al linaje
que desbordó su mirada,
disfrutó la temporada
en una playa de encaje:
no quiso saber si el traje
se me ajustaba pequeño.
Viví tan hondo el empeño
de nubes y pasarelas,
cuando apagadas las velas
lo vi alejarse en el sueño.
Llegó el verano otra vez
estrenando cada flor,
lo vio de fiesta mi amor
con aire de mi embriaguez.
La agonía de un tal vez
parecía mi condena,
quise romper la cadena
para besar su regreso:
estaba dentro y por eso
soñando lloré mi pena.
Nuris Quintero Cuéllar
1662
Cuando mami se me fue
Cuando mami se me fue,
dejé de vivir en mí.
No sé por qué estoy aquí,
querido Cucalambé.
Ya no está en casa el café
hecho por la mano aquella.
Yo solo soy una huella
disfrazada en la penumbra,
porque un lucero no alumbra
cuando se apaga su estrella.
Osbel Suárez González
1663
La décima en su costura
A Lope…
Estando aquí en el cimero
de estos versos, cavilando,
voy del tercero saltando
y sumo cuatro, rimero.
Quinto y cuarto con primero
mudos hacia la cintura:
son eco, polvo, premura
que al octavo me han traído
para concluir, ¿sin ruido?,
la décima en su costura.
Celio Luis Acosta
1664
A mitad del viaje
Crecer era mi objetivo
y tengo la misma altura,
un poco menos. Sin cura
este sable depresivo.
No supe por qué motivo
deseaba madurez.
Se me enredaron los pies
en una calle sedienta.
Al final me he dado cuenta:
yo apreciaba mi niñez.
Elizabeth Alvarez Hernández
1665
El viaje
Crecí con los labios llenos
de fantasmas y torpeza,
una líquida sorpresa
en los párpados ajenos.
Crecí cerca de los truenos
rompiéndome por pedazos
y armando luego mis pasos.
Crecí tan adolescente
que a veces odio a la gente
y me defiendo a zarpazos.
Elizabeth Alvarez Hernández
1666
Mendigo
¿Qué pájaro toca el pecho
con una estrella? ¿Qué nombre
esculpe el rostro del hombre
condenado, si deshecho
ante la horca el despecho
ata muertes al argot?
¿Sobre qué sombra Charlot
crucifica la tristeza?
¿Sobre qué mano tropieza
tanta vendimia, Tarot?
Frank Castell González
1667
Estaciones
¡Ah, violines que musito
en alarido acuciante!
Presto a doler, que me cante
la otra piel que necesito.
Muda piel, donde me cito
a hundir las uñas por oro.
(No encuentro sino el azoro
de su arco en hojas muertas).
Las estaciones más ciertas
del alma, son un gran coro.
Liset Lantigua González
1668
Puñal de diosa
He deshecho mis enaguas
en anocheceres roncos,
bailando sobre los troncos
y las maléficas aguas.
En derredor de las fraguas
he descubierto mi talle.
Forjan los hombres del valle;
busco su espalda gloriosa
con cierto puñal de diosa
porque la nieve restalle.
Irina Ojeda Becerra
1669
Desnudo de un ángel
Era tu cuerpo desnudo
el de un ángel que agoniza.
Era tu cuerpo la brisa
helada del patio mudo.
Caballero sin escudo,
dormías en las arenas
y yo rasgaba tus penas
con mi silencio de ave.
Tu desnudo era la nave
tirada por mis cadenas.
Irina Ojeda Becerra
1670
Martí bautizó en la espuma
Martí bautizó en la espuma
a una muñeca sin brazos
que después de nobles pasos
atenuó una infancia suma.
Pero el dueño de la pluma
de la intelectualidad
que quiso la libertad,
que agarró una garra sucia,
en vez de llevar a astucia
usó la sinceridad.
Luis Quintana
1671
Si tuviera idioma el trino
Si tuviera idioma el trino,
viendo el rostro del dolor,
miraría al cazador
para gritarle asesino.
Pero, tal vez, el destino
se ha adaptado a la tormenta
y ante el monte se presenta,
andando en una persona,
el daño que le ocasiona
el hombre sin darse cuenta.
Irán Caballero González