Síguenos

Última hora

Empleados de taquería en Cancún son liberados tras defenderse durante ataque armado 

Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Del panorama decimístico

cubano del siglo XX (45)

1598

Una décima

Una décima. La sombra

de mi rostro en la cuartilla,

metal bruñido, semilla

de un árbol que siempre asombra.

La garganta que te nombra

con diez voces, estocadas

de ocho filos, llamaradas

que ponen forma a la hoguera

de un sentimiento que espera

incendiar las madrugadas.

Modesto Hidalgo

1599

Feroces como cuchillo

Feroces como poetas

de tribunas y complejos

personales. Los espejos,

el tiempo bestial, sus metas

y las mujeres secretas.

Como los versos sencillos

del maestro; cual martillos

cincelando en las edades:

feroces como verdades

hay hombres como cuchillos.

Feroces como cuchillos,

las verdades de los hombres.

Feroces como los nombres

de los héroes: son los trillos

segados de romerillos,

de sangre, himnos y llamas.

Feroces como los dramas

de la patria; el rencor duro

del prócer frente al gris muro,

los contrarios y sus tramas.

Juan López

1600

Las perlas de tu miel

Cabalga la melodía,

la virtud quedó al acecho,

retoñándome en el pecho

un volcán al mediodía.

Inusitado es el día

de ebulliciones vibrantes,

son mis letras resonantes

estallidos de la piel

y en las perlas de tu miel

zarpan cuerpos delirantes.

Adelsa Martínez Labañino

1601

Estéril arde una vela

Mañana, un día cualquiera

donde quizás no amanece

y sólo el polvo florece

en la bruma que le espera,

lleva humos de viajera

en sus dientes la guadaña:

es lo gris que desentraña

el amparo de la gente,

espina de rosa ausente

del jardín que nos engaña.

Nitza Núñez Valdés

1602

Códice

Llevo a mis espaldas hierro,

polvo inerte, una balanza

perdida; llevo otra lanza

de un abuelo sin destierro,

humedad, desierto. Aferro

garganta impúber al vicio

fértil de morar tu juicio.

Desnudo estoy, imprudencia,

quiero pagar la inocencia

dislocada del inicio.

Pável Poveda

1603

Del mago

Sangre del fruto que llora

cautivo en aguas desiertas.

Carne de flores tan muertas

junto a la fuente sonora.

Carne grave, que incorpora

sobre el tapiz mariposas.

Estalla en cruces y prosas

sedientas de sangre azul,

mientras se cierra el baúl

con la muerte de las cosas.

Edelmis Anoceto

1604

Del poeta

Son las palabras que abrazo,

mi regreso, la distancia

entre dos reinos, y el ansia

que me devuelve el ocaso.

Las palabras son acaso

mi destino a la mudez.

La palabra muerte es

como la palabra vida:

mi victoria compartida,

mi compartido revés.

Edelmis Anoceto

1605

Décima errante

Perdóname, Dios. Después

qué más podemos decir.

De rabia pueden morir

hasta los muertos. Tal vez

las llagas en nuestros pies

nos hagan volver los pasos.

¿Quién puede entender los lazos,

las trampas de la espesura?

Tal vez en la selva oscura

alguien nos abra los brazos.

Carmen Cardosa Castillo

1606

Fotografía de campaña

Para Julio César Carvajal

Hermano, del mucho ruido

sólo queda el esplendor

tan amplio como el dolor

de las veces que he perdido.

Queda callarnos. Se han ido

las carrozas, los disfraces.

Dime si de piedra haces

el recuerdo que no tienes.

Frota con lluvia tus sienes.

Huye de mis antifaces.

Eramos lo que se aleja

en el reloj del vacío,

la inmensa pared del río

que nos ampara. Una queja

parecía ser la reja

para apresar tanta furia.

La nínfula y su lujuria

nos abandonan, hermano.

Cómo cerrar bien la mano

si es tan larga mi penuria.

Otilio Carvajal

1607

Génesis del ojo

¿Valdrá la pena morirse,

tocar la puerta, quedarse

del mismo lugar sin darse

a las razones de no irse?

¿Valdrá la pena reírse

de mi tristeza? Valdrá

sólo un segundo que ya

habrá pasado el recuerdo.

¿Valdrá la pena estar cuerdo?

¿Cuánta locura valdrá?

Carlos Esquivel Guerra

Siguiente noticia

Lo recuerdo siempre con afecto.