Ivi May Dzib
Literatura para niños y jóvenes
La colección El Sol Solito de los Libros del Rincón, de la Secretaría de Educación Pública, coeditó en el año 2006, junto con Editorial Juventud, un texto para niños que Hans Wilhelm escribió en 1985, titulado “Yo siempre te querré”, la traducción de la edición a la que estamos haciendo referencia corrió a cargo de Carina Esteve Gomis.
En “Yo siempre te querré” se narra la vida de Elfi, “la mejor perrita del mundo”. Pero la vida de la canina no es igual que la de su joven amo. Ellos crecen juntos, comparten juegos y aventuras, pero Elfi crece más rápido que su dueño. Después de una feliz vida de perro llegará el momento de despedirse.
Este es un libro en donde los niños podrán ver el amor recíproco que llega a surgir al tenerse una mascota como amiga, pero sobre todo, la responsabilidad que eso conlleva, además de que le muestra al niño que el ciclo de vida de un animal y de un hombre son diferentes: “Elfi y yo crecimos juntos, pero ella creció mucho más aprisa que yo. Me gustaba apoyar la cabeza sobre su piel caliente. Soñábamos juntos. Mi hermano y mi hermana también querían mucho a Elfi, pero Elfi era mi perro”.
La aprehensión que nuestro joven protagonista tiene para con su mascota es igual a la que cualquier niño o joven que ame a los animales le tendría a la suya: come con ella, la baña, le da atención y deja que duerma en su cuarto.
Pero pronto notará que los movimientos de la perrita ya no son igual de ágiles, sino que se siente cansada, la pesadumbre ya es parte de su cuerpo: “A Elfi cada vez le costaba más subir la escalera ¡Pero tenía que dormir en mi cuarto!” y vemos en la ilustración que nos presenta este libro, que también es obra del autor, cómo el niño (o más bien el ahora joven), sube en brazos a su mascota por la escalera.
“Una mañana me desperté y vi que Elfi había muerto durante la noche. Mi hermano y mi hermana querían mucho a Elfi, pero nunca se lo habían dicho. Yo también estaba muy triste, pero me consolaba pensar que cada noche le había dicho: “Yo siempre te querré”.
La muerte se hace presente en este texto, pero el niño lo toma como parte de un ciclo natural de la vida, sobre todo porque sabe que hizo todo lo que pudo para que su mascota viviera una vida digna y fuera todo lo feliz que pudo haber sido. A pesar de la tristeza, nuestro protagonista sabe que Elfi, quien fue la mejor perrita del mundo, no es un objeto, sino un ser vivo, de ahí que no se apresure al remplazo, sino que guarda a ese ser que tanto cariño le dio en la memoria. Y la muerte lejos de alejarlo del deseo de seguir amando a los animales lo reafirma: “Un vecino mío me ofreció un cachorro. Sé que a Elfi no le hubiera importado, pero le dije que no. Lo que hice fue regalarle la cama de Elfi. Le hacía más falta que a mí. Algún día tendré otro perro, o un gato o un pez de colores. Sea lo que sea, cada noche le diré: “Yo siempre te querré”.
Hans Wilhelm nació en Bremer, Alemania en 1945. Al acabar sus estudios de arte y empresariales, se fue a Johannesburgo, Africa del Sur, donde trabajó como director de mercadotecnia, sin dejar de interesarse por el arte. Su carrera como escritor comenzó cuando realizó un viaje alrededor del mundo durante dos años; vivió en Bali, Indonesia, España e Inglaterra. Finalmente llegó a Estados Unidos donde floreció su carrera como escritor e ilustrador.
Si usted quiere leer este libro y descargarlo de manera gratuita vaya a esta dirección:
aprendizaje2.weebly.com/.../3/5163311/yosiempretequerre.pdf
Le aseguro que si usted tuvo o tiene una mascota, este texto le llegará al corazón.