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Alvaro Cepeda Neri

Tucídides y la peste cuando la guerra entre atenienses y peloponesios

I.- De gran ilustración y filosa crítica en sus columnas, como la titulada: Dos fracasos de la palabra (publicada el pasado día 27 de abril en varios medios de comunicación), con la finalidad de pasarle revista a los excesos y abusos presidenciales del lópezobradorismo, el periodista Jesús Silva-Herzog Márquez ha tenido a bien recordarnos lo que significó la peste cuando la guerra de Atenas en la Historia del Peloponeso, investigada y escrita nada menos que por el que fue un gran historiador y militar ateniense: Tucídides (460-396? a. C.). Y quien fue precursor de Maquiavelo, lo cual no le resta originalidad al florentino, pues ambos comparten esa grandeza de pensadores-historiadores que con sus trabajos han seguido alumbrando con sus luces la antigüedad, lo moderno y lo contemporáneo. Es importante invocar a Tucídides para traerlo a la crisis de nuestro tiempo, ya que uno de los factores que colaboraron a la derrota de los atenienses fue precisamente la peste de entonces. Y al final, una Atenas casi totalmente destruida en lo económico, lo social, así como su fundamental vida marítima y su imperio, supo levantarse y, dice Tucídides: “los atenienses se mostraron como buenos políticos y dieron paso a un moderado equilibrio entre los notables y el pueblo. Y fue eso sobre todo lo que levantó a la ciudad de la pésima situación en que se encontraba”.

II.- Eso viene muy a la medida de lo que está ocurriendo mundialmente: estamos padeciendo la enésima peste que está devastando todos los capítulos, empezando por la devastación humana (como la muerte del mismo estratega-estadista: Pericles) y la destrucción económica que arrastra al pueblo que representa el aspecto social. Esa peste contribuyó a la victoria de Esparta y Persia al frente del Peloponeso, derribando lo que había construido la democracia Ateniense que encabezó a las casi 200 ciudades-polis de Solón. Pericles, Protágoras, Clístenes, crean la democracia; la que en sentido estricto es una forma de organización del Estado donde el pueblo adopta las decisiones colectivas a través de la participación directa o indirecta que confiere legitimidad a sus representantes. Y en sentido amplio, es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen conforme a mecanismos contractuales. El término democracia proviene del griego antiguo y fue acuñado en Atenas en el siglo V a. C. a partir de los vocablos: demos, el que puede traducirse como: pueblo. Y, kratos, que puede traducirse como: poder.

III.- Iba bien la Liga ateniense, pero crecía amenazante la liga peloponesia, que era la rivalidad de Atenas-Esparta. La guerra entre esas dos potencias de entonces tanto en el mar como en la tierra tuvo un actor más: la peste. La que atacó sobre todo a los atenienses. Y debilitó a la democracia, favoreciendo a la autocracia. Eso, a su vez, corrompió el lenguaje, la palabra en una Atenas de oradores (donde demostró sus cualidades nada menos que Demóstenes) y con ello desgració el nacimiento de la democracia griega. Habrá que releer a Tucídides, el historiador-político por excelencia (con permiso del padre Heródoto), para explicarnos lo que tenemos enfrente: la enésima peste que está dejando serios rastros de miseria en salud y economía en todos los sistemas nacionales. Y criticar a los actuales “políticos”, quienes empezando por Trump, ninguno parece encontrar la forma de cómo contener la peste de coronavirus y la pavorosa crisis de los capitalismos, de los supuestos socialismos (China y Rusia), los despotismos de Corea del Norte, y las democracias parlamentarias de Europa.

Ficha bibliográfica:

Autor: Tucídides

Título: Historia de la Guerra del Peloponeso

Editorial: Akal, Cátedra o Gredos

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