Cultura

Documental 'Vivir distinto', un llamado al diálogo comunitario en Yucatán

Tania Solomonoff y Octavio Soto presentan el material audiovisual que llama a dejar de pensar hacia las ciudades para volver a tener relaciones con nuestra comunidad y entornos
Fotos: Octavio Soto

En Ticopó, una población en el municipio de Acanceh, se vive de manera distinta a la ciudad. Los conocimientos de apicultores y agricultores se conservan lejanos al ajetreo. “La ciudad te consume”, dice la artista Tania Solomonoff a POR ESTO! Durante agosto de 2020, cuatro meses antes de la primera vacuna contra el COVID aplicada en México, los colectivos de miel Loól Tsiltsilchée, Apicab, Kiichpan Kaáb y Abeja Maya fueron invitados por Solomonoff para intercambiar conocimientos locales y reflexiones con  y para el cuerpo. El proyecto, que tomó el nombre de "Vivir distinto", queda en la memoria en la forma de un documental filmado y editado por Octavio Soto, con música original.

“El intercambio es el espacio esencial del encuentro, donde es posible reconocer a la otra persona, desde donde está, a veces sin verbalizar demasiado”, comenta Tania respecto al acercamiento con la gente de Ticopó y de Maní. “Para empezar, es un espacio en el que no sabes bien qué va a pasar. Lo que me parece muy importante, al ser quien llega al lugar, es estar en la disponibilidad de estar a la escucha de ese entorno, de la gente, y también proponer, desde lo que yo pueda hacer, con mis herramientas”.

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Así, “el audiovisual muestra la sensibilidad de esa gente, con sus dificultades, porque no trato de idealizar la vida rural. Pienso que atraviesan problemáticas muy agudas, estructurales, por ejemplo, en términos de salud. Trabajar con el cuerpo como lo hicimos implica también un pensar y sentir sobre la salud. ¿Cuál es la salud que necesito? ¿Cómo estoy?”, reflexiona la artista, cuyo documental es parte de un “proyecto global” que ofreció constante seguimiento a los participantes.

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El público meridano puede ser testigo del resultado de los procesos de diálogo entre las artes y las comunidades. Vivir distinto se proyectará el sábado 29 de mayo en Casa Origen (Calle 57 #442, entre 44 y 46, La Mejorada, Centro Histórico de Mérida) a las 19:30 horas. Una hora antes, los productores de las comunidades ofrecerán sus creaciones. A las 20:30 horas, se abrirá un círculo de diálogo con los creadores de Ticopó, Maní y Mérida.

Este proyecto “tuvo varios meses de trabajo previo desde la Ciudad de México”, explica la artista. “Me asesoré con una persona que trabaja con las comunidades y en el medio ambiente: Héctor Sandoval Sabido. También trabajé con David Gutiérrez, enfocado en la ecología, el performance y el trabajo corporal. Al llegar, propuse un plan de encuentro. A partir de lo que escuchamos, con una convivencia sostenida, cuidada y creativa, fuimos tejiendo algo nuevo juntos. Escuchamos lo afectivo y las propias estéticas de lo local. Cada cuerpo tiene su propia historia, así como las casas, los árboles, la manera de contar el tiempo”.

Para Tania, “es importante que (el documental) se acompañe de un círculo de diálogo con la gente de las comunidades. A veces, el material audiovisual no puede ir acompañado de eso. Un documental así, que viene de un trabajo corporal, debería ser compartido también de manera corporal. No es sólo para verse, sino para experimentarse”, sostiene, y añade: “es importante cuidar cómo se socializa este tipo de trabajo para mantenerlo vivo y conectado con las comunidades, para que ese diálogo siga abierto”.

La película, de aproximadamente 50 minutos, muestra “cómo, a través de la sensibilidad de otra persona, que se dispone a mostrarse, a vivir ciertas experiencias consigo misma y con el grupo, uno se termina implicando en su sentir, pensar y hacer. Esa apertura del otro es conmovedora, y nos hace recordar que nosotros también podemos experimentar eso. Si nosotros, que nos sentimos encerrados, deprimidos, limitados y bajo el peso de ciertos juicios de nosotros mismos, nos permitirnos movernos de lugar, sintiendo y escuchando al otro, tendremos algo transformador. Eso reaviva el vínculo, que es lo que nos permite ser parte de una colectividad, aunque no la definamos del todo. Hay un deseo que se despierta de ese movimiento y redescubrimiento, donde el otro me impulsa a eso. Y no sólo me mueve de lugar, sino que me despierta una necesidad de volver a ir al otro. Es lo que llamo ‘circulación’. Es algo de lo que hablo en el documental: circula la vida entre nosotros”.

El mensaje del audiovisual, en este sentido “es abierto, con el que se invita al espectador a ser testigo de cómo se tejió este vínculo entre el cuerpo y su experiencia en un contexto como el de Ticopó-Maní, y que descubra que la vivencia del cuerpo, que es cotidiana, puede ser muy enriquecida. Puede transformarnos y potenciar nuestra mirada sobre la propia vida, nuestro entorno y nuestras maneras de relacionarnos”.

“Al experimentar desde la sensibilidad, la creatividad y la afectividad mutuamente”, lo que Solomonoff deseaba compartir con las comunidades desde un principio, “nos empezamos a curar, conectar y construir juntos, con las diferencias que haya, porque nada es ideal. Eso hoy, en tiempos de pandemia, es muy necesario: repensar qué herramientas tenemos, qué experiencias necesitamos vivir y producir en el encuentro con los demás para establecer nuevas maneras o recordar las que nos hacen bien”. En ese sentido, “crear es clave; crearnos. Crear miel, plantas, cantos, música, vínculos”.

Ticopó se encuentra a 25 minutos en auto del centro de Mérida. “Pero la gente de la ciudad no sale a conocer las comunidades, no se vincula”, señala Tania. “Vive hacia dentro de la ciudad, pensando en el progreso, en seguir construyendo en la ciudad en una especie de crecimiento de productividad. Pero no mira hacia la periferia. La pandemia nos ha hecho ver que no podemos seguir pensando las ciudades como el centro de la vida. Al contrario: el centro de la vida está en la periferia. Es ahí donde hay que ir para volver a la ciudad y ahí también circular, dejando de pensar que la ciudad es el mejor lugar o el que jerárquicamente manda en la importancia de la economía, inclusive. Hay una economía en la periferia que alimenta la ciudad. Eso lo vimos en pandemia. Hay que ayudar al entorno que rodea y que sostiene a las ciudades”.

Se puede reservar un lugar para la proyección al 999 156 2708.

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JG