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Cuidan el cuerpo con la naturaleza

La activista y escritora argentina Anabela Musante enfatiza la recuperación de los ciclos saludables
Especial

“Reconectar con nuestro cuerpo es necesario, en especial ahora, que hemos visto que la salud y el autocuidado son un pilar en nuestra vida”, comenta a POR ESTO! Anabela Musante, creadora de un espacio de autocuidado que inició en Argentina, extendiéndose ahora a Mérida, Yucatán. “Creo que hay un sistema y una sociedad muy capitalista, un sistema a veces muy cruel que hace que estemos enajenados de nuestro cuerpo, dejándonos llevar por lógicas de mucha productividad, muy racionales y lógicas. Todo está puesto en pos de una aceleración y un automatismo. Nuestra salud, ahí, hace ruido. Queda muy de lado”.

El espacio que Anabela creó tomó forma y nombre: Útera, “un espacio creado para compartir saberes, herramientas, guías y apoyos para habitar ciclos y menstruaciones saludables, sustentables, y en equilibrio con los ritmos de la tierra. Entendiendo que todo lo que le damos a nuestro cuerpo también repercute en nuestro vínculo con la naturaleza y con los ciclos vitales”, según su sitio web, de libre acceso (utera.com.ar).

“Para mí, el autocuidado es vital hoy en día, no sólo en lo físico, sino desde todos los planos. Para mucha gente, es algo que está en último lugar. Es algo que se va cultivando y nutriendo todo el tiempo. Merecemos un autocuidado desde el descanso, la eliminación de hábitos estresantes, de nuestros ciclos, pensamientos y emociones, de lo que el cuerpo todo el tiempo está dando”, sostiene Musante.

“Siempre tenemos que rendir, ya sea en el trabajo o en otros ámbitos”, observa. “¿Cómo alimento a ese cuerpo para que esté entero y pueda trabajar, vivir y disfrutar? La productividad no es lo único que importa. Con estos tiempos, nos hemos dado cuento que la salud es necesaria, y el autocuidado es un gran pilar que necesitamos recuperar”.

Andrea recupera el pensamiento de los ancestros, que “estaban conectados a la tierra, desde observar sus cuerpos y sus emociones hasta la alimentación y el descanso. Se dejaban llevar por los ciclos y las estaciones. El autocuidado es necesario para aprender a escuchar al cuerpo y saber lo que necesita, cuando lo necesita”.

La menstruación, “un proceso cíclico, hormonal, físico, emocional”, según la entrevistada, atraviesa múltiples estigmas, pese a que es algo que ocurre naturalmente. “Desde una cultura muy patriarcal, la fuimos llenando de tabúes, de rechazo, de silencio”, señala Musante. “Recordemos que las comunidades originarias estaban muy conectadas con ciclos vitales; uno de ellos es la menstruación. Ahora, la mujer también tiene que ‘rendir’, entre muchas comillas, en un mercado laboral. Ahí, no hay ciclos posibles, ni de menstruación ni de descanso”.

Continúa: “la menstruación es una parte muy pequeña de todo un ciclo hormonal que se puede ver afectado por la calidad de vida, por las condiciones ambientales y por un montón de factores que generan desequilibrios. Es una formación que no tenemos tanto, desde la educación y de la medicina. Las emociones y el estrés de la necesidad de rendir pueden generar trastornos en los ciclos saludables para la vida en general”.

Anabela es también autora de Curanderas, un libro que forma parte del acompañamiento cercano que proporciona Útera desde su página web y su perfil en Instagram de mano de talleres y sesiones en torno a distintos temas de cuidado y sanación. Musante ha puesto especial atención a la aceptación del propio cuerpo, tal y como es:

Ya estamos muy lastimados por los mandatos y los patrones. Todos los cuerpos nos vimos lastimados por ellos, algunas personas más que otras. La verdad es que muchos de nosotros necesitamos sentir un espacio de pertenencia. El cuerpo es el único hogar que nos acompañará desde que nacimos hasta que desaparezcamos. Castigarlo, hostigarlo, rechazarlo o reprimirlo sólo generará un vínculo con nosotros mismos desde el odio, el miedo o el enojo”.

Anabela invita a preguntarse: “¿quiénes son los que salen en la televisión? ¿Cómo son las modelos que recorren las pasarelas? Esos cuerpos son reales, pero no son los únicos posibles. Todos los cuerpos son saludables siempre que estén bien con sí mismos. Puedo ser más flaco, más alto, más petizo, siempre y cuando procuremos, con diálogos amorosos, lo que necesita. Este es el cuerpo que tenemos, un cuerpo territorio que hay que habitar de la mejor manera, porque es nuestro”.

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