La tercera pirámide más alta del país se encuentra en el Pueblo Mágico de Izamal, la zona arqueológica de Kinich Kak Moo (Guacamaya de Fuego), se dice que ahí los mayas creían que el Sol, bajaba en el ardor del mediodía en forma de guacamaya para recolectar las ofrendas y los sacrificios en dicho lugar.
En el Códice aparece Kinich Kak Moo con cabeza de guacamaya y cuerpo humano; se le ve con una antorcha encendida en cada mano como un símbolo de sequía o de calor abrasador y su nombre significa “guacamaya de fuego con rostro solar" en lengua maya.
Es, sin duda, uno de los lugares que más visitados por quienes buscan conocer sobre la cultura de los mayas, pero también para presenciar lo que caracterizó la arquitectura y creencia de los ancestros. También es una opción para quienes les gusta escalar, pero llegar a la cima no es una actividad para todos. En la primera parte del basamento, hay escalones de piedra que llevan a la explanada con un gran terreno amplio desde donde entre árboles y piedras se tiene una panorámica del pueblo y en ese espacio se levanta la que no tiene escalones armados, y es todo un desafío subir a la cima.
Esta pirámide constituye la tercera edificación prehispánica más alta del país; superada solo por la pirámide del sol en Teotihuacán, Estado de México, y la pirámide de Cholula en Puebla.
Kinich Kak Moo se ubica al norte de la plaza principal de Izamal, tiene una dimensión de 700 mil metros cúbicos y con el conjunto arquitectónico que acompaña a esta pirámide, fue asiento de una de las entidades mayas de mayor importancia de Yucatán. Su construcción data de entre 400 y 700 d.C., durante el período clásico maya.
Según investigadores, los mayas creían que el Sol bajaba en el ardor de mediodía en forma de guacamaya para recolectar las ofrendas y los sacrificios. En los monumentos mayas de Yucatán este dios se representa con la figura de esta ave y con el glifo correspondiente al sol.
Durante la visita al estado, las maravillas de la cultura maya juegan un papel importante porque hacen que el visitante se enamore y vuelva al territorio, pero cada uno de estos lugares guardan leyendas, curiosidades y secretos que pocos conocen, pero que pueden llegar a descubrir al explorarlo.
La pirámide tiene una pequeña cueva a un costado por la que, a través de pasadizos, es posible entrar al centro de la construcción. El templo, construido con piedras macizas, puede visitarse todos los días de ocho de la mañana a cinco de la tarde. Se accede por Calle 27 por la 28 y la 29. No es un recorrido que tome mucho tiempo, se puede recorrer libremente en aproximadamente 30 minutos y el acceso es gratuito.
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KR
