Por Ele Carfelo
Recordar es vivir. Es volver a vivir. Es mover un poquito la mente hacia atrás, y disfrutar acontecimientos que ya se han vivido, y que se han vivido intensamente. Y para vivir intensamente, nada mejor que la fiesta de toros.
Por eso, ahora, en este enero del 2019, estamos viviendo intensamente muchos recuerdos… la mayoría de ellos, ¡buenos recuerdos! …aunque desafortunadamente haya habido recuerdos malos. Pero de ésos, es preferible tratar de no recordarlos.
Por eso, cuando se quiere festejar un aniversario, se prepara UNA FIESTA.
Y por lo general, una fiesta está llena de recuerdos buenos y agradables.
Y por eso, para festejar este NOVENTA ANIVERSARIO de la inauguración de nuestra Plaza de Toros Mérida, se está preparando UNA FIESTA. La organizan, los empresarios Hagar y Basulto, quienes tienen a su cargo la administración de la “festejada” en esta fecha privilegiada… Y parece que han cumplido con “la chamba”, pues han escogido correctamente a los protagonistas: dos buenos toreros, y una buena ganadería.
¿Los invitados? ¡Pues somos nosotros! Aficionados a la más bella de todas las fiestas, que hemos asistido con anterioridad a otros festejos celebrados en este bello albero… Y aún quienes nunca lo han hecho, se sienten atraídos por la actuación de dos “figuras del toreo” que atraviesan por excelentes momentos en sus carreras taurinas: un Enrique Ponce con casi treinta años de alternativa, pero con la misma entrega y afición que cuando estaba buscándose un sitio en la torería, y un Joselito Adame que está a la cabeza de la torería mexicana en este momento, y que no quiere dejarse ganar el lugar. Ambos lidiarán los pupilos de una ganadería guanajuatense con sangre del “Marqués de Saltillo”, que esperamos hayan sido seleccionados con esmero, y que embistan con bravura y nobleza los capotes y muletas de los toreros.
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Lo que falta pues, es EL PASTEL… no debe haber fiesta sin PASTEL… Gente que cante el “Happy Birthday”, no va a faltar, pues auguramos que los tendidos se verán totalmente ocupados, en los que no cabrá ni un alfiler, y en las taquillas habrá que colocar el ansiado letrero de ¡NO HAY BILLETES…! ¡Sólo faltarán, LAS VELITAS DEL PASTEL! Y eso, también nos corresponde a todos… espectadores, empresarios, toreros, periodistas… ¡a todos! Las velas, como las que se colocan en los templos para respaldar la fe de los creyentes para que sus peticiones sean concedidas… ¡Nuestra oración! ¡Nuestra oración perseverante y fervorosa, para implorar al Creador nos conceda todo lo que necesitamos para disfrutar, con nuestra Plaza, de un clima adecuado, y que las circunstancias necesarias se den para vivir una tarde inolvidable!
¡Yo ya lo comencé a hacer… con toda intensidad… ¡Ayúdame! ¡Apóyame! ¡Vamos a poner las velitas al pastel! ¡Es lo que nos toca!
¡Que Dios reparta suerte!
Y… ¡FELICIDADES, PLAZA “MERIDA”!