Por Ele Carfelo ¡Qué gusto me dio presenciar la corrida de la Temporada Grande de la Plaza “México”! Primero, por ver en los tendidos del coso más grande del mundo, una magnífica entrada, y luego, por presenciar una actuación soberbia del torero aguascalentense JOSELITO ADAME, cuyo sitio de primera figura del toreo mexicano estaba bajando de intensidad, pues los aficionados nos dimos cuenta que en la última Temporada Europea del 2019, actuó en muy pocas ocasiones, debido (después nos enteramos) a una mala administración, que afortunadamente ya terminó al cambiar de apoderado, ya que ahora ya tuvo dos actuaciones en la Temporada Grande mexicana, y seguramente será contratado en el futuro, como era antes, para torear en las principales ferias taurinas europeas. Y volveremos a ver a José en esta temporada de la “México”, pues seguramente estará incluido en el cartel de “TRIUNFADORES MEXICANOS”, el próximo domingo 22, para matar un encierro de “Montecristo”, alternando con ARTURO SALDIVAR que ya tiene del 17 de noviembre, con los toros de “La Estancia”, y con otro mexicano triunfador.
El casi lleno de la “México”, seguramente se debió no únicamente por el nombre de Joselito en el cartel, sino a que también estaba anunciado Enrique Ponce, quien desafortunadamente no tuvo suerte en el encierro. Pero… ¡Bien por Joselito! En mi columna, ya había opinado que LUIS DAVID, el hermano de Joselito, ya lo estaba desbancando del liderazgo del toreo mexicano, pues tuvo una magnífica temporada europea, y en México, ha triunfado también en muchas plazas, como en su última actuación en la Plaza “Mérida”, en la que tuvo una magnífica labor, pues nos dejó el recuerdo de una estupenda faena.
En la Plaza “México” el domingo pasado, Joselito bordó el toreo, primero ante el toro “CANONICO” de Reyes Huerta, al que instrumentó una hermosa faena derechista, de larguísimos pases en redondo que pusieron de pie al público capitalino, y que coronó con preciosa estocada “recibiendo”, otorgándosele UNA OREJA, el hidrocálido lo toreó bellamente con el capote, con un quite por “orticinas”, y ya con la muleta, una enorme faena variada, pero con toreo de calidad y emoción, con series en redondo, y series de “dosantinas”, inició con cite por la espalda, girando contrario en la cara del toro, y finalizó el trasteo con soberbio estoconazo al “volapié” y certero golpe de descabello. El tendido se llenó de pañuelos blancos, lo que obligó al Juez a conceder LAS DOS OREJAS, y al toro el arrastre lento en el ruedo. ADAME fue sacado de la plaza en hombros, por la PUERTA GRANDE, con la sonrisa en los labios, y el prestigio taurino por los cielos.
Y recuperó su sitio en nuestra “baraja taurina” azteca. ¡OLE POR EL BUEN TOREO!