BELO HORIZONTE, Brasil, 2 de julio (AP).- La final anticipada de la Copa América no defraudó: el clásico Brasil-Argentina fue vibrante y el mejor Lionel Messi apareció.
Pero los palos, el notable arquero Alisson Becker y, ante todo, la pegada de Brasil pudieron más que el astro argentino.
Los goles de Gabriel Jesús y Roberto Firmino, con la asistencia del inagotable de Dani Alves, Brasil esculpió el martes una victoria 2-0 ante Argentina que instaló a los anfitriones en la final de la Copa América.
Jesús abrió el marcador a los 19 minutos tras una monumental jugada de Alves. Cuando Argentina insinuaba cierto dominio en el clásico sudamericano disputado en el estadio Mineirao, un contragolpe desatado por Jesús acabó en el gol definitivo de Firmino a los 71.
Otra frustración para Messi con la Albiceleste. El crack argentino se marcha de otra cita internacional sin el ansiado título que le falta en su extraordinario palmarés. Argentina también sigue esperando por una consagración, pendiente desde que se coronó en la Copa América de 1993.
En busca de su décimo título continental, Brasil jugará la final el próximo domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. Conocerá su rival este miércoles cuando Chile y Perú disputen la otra semifinal en Porto Alegre.
“Estuvimos concentrados... supimos sufrir. Es un premio al más eficaz”, declaró Alves. “El madero jugó a nuestro favor, los detalles estuvieron de nuestro lado”.
Lionel Scaloni, el técnico interino de Argentina, reclamó por fallos en el arbitraje, señalando una falta para penal en la acción previa al segundo gol de Brasil.
“Brasil no pudo hacer su juego. Fue sometido por Argentina”, afirmó Scaloni, el técnico interino albiceleste. “Fue nuestro mejor partido en el torneo por la magnitud del rival”.
“Por méritos, la selección que debería haber pasado a la final era Argentina”, insistió.
Al preguntársele si coincidía con su colega argentino, Tite replicó: “Es algo humano que lo interprete de esa manera. Sólo puedo decir que Brasil jugó muy consistentemente”.
Pero el resultado reflejó la jerarquía de un oponente más completo, mejor pegada y con capacidad para sufrir en momentos difíciles. Brasil llegará a la finalísima sin aún haber encajado un solo gol.
“En un partido tan trascendental no se puede dominar todo el tiempo”.
Los brasileños despidieron a su selección con “olés” y cánticos mofándose del ayuno de títulos de Messi con su selección.
El primer gol brasileño fue obra y gracia de Alves, el eterno lateral derecho de 36 años. Tras un balón que Lautaro Martínez no alcanzó a controlar, Alves se lució con un sombrerito sobre Marcos Acuña y un recorte sobre Leandro Paredes antes de pasar a Firmino, cuyo centro retrasado desde la derecha encontró a Jesús en soledad para nada más empujar el balón ante el arquero Franco Armani.
Messi ofreció su mejor actuación de la Copa. Pero sufrió al no encontrar más colaboración. Después del gol brasileño, el capitán se mandó una galopada en la que dejó tirados a tres rivales antes de ceder a Sergio Agüero, pero el atacante disparó mal. Sobre la media hora, el “Kun” tuvo la mejor ocasión argentina, con un cabezazo que fue rechazado por el travesaño.
Con la ventaja, Brasil prefirió esperar y regular el trámite. Por ratos se vio algo no visto en el torneo: Brasil dominado.
Messi estrelló un zurdazo en el poste y luego vio cómo Allison se quedó con un tiro libre que trató de clavar en el ángulo superior derecho.
Argentina fue de menos a más en Brasil bajo la conducción de Scaloni, sin ningún tipo de experiencia previa como estratega. Quedó al frente tras la eliminación en octavos de final del Mundial del año pasado, cuando nombres de mayor fuste no quisieron comprometerse con el puesto.
Scaloni probó alineaciones una y otra vez hasta el quinto partido de la Copa América cuando finalmente repitió al once titular, con Messi, Agüero y Martínez en la línea de ataque, además de Juan Foyth como lateral derecho.
Con el marcador en contra, sin embargo, Scaloni no tuvo otra opción que reordenar el mediocampo en la segunda parte, haciendo ingresar a Giovani Lo Celso y Ángel di María por Rodrigo De Paul y Acuña.
Argentina era superior, pero las modificaciones le dejaron expuesta para las contras y ahí apareció la abundancia técnica de los locales, exhibida en la velocidad y gambeta de Jesús para habilitar a Firmino, poniendo el 2-0 que esencialmente liquidó el pleito.
Ataviado con un ostentoso chaleco de color dorado, Neymar observó el partido desde un palco preferencial. El presidente brasileño Jair Bolsonaro también estuvo entre los 56,000 espectadores.
Tite dijo que su principal inquietud para doblegar a Argentina fue complicar al “extraterrestre”, refiriéndose a Messi.
“La clave del partido giró en Firmino, Philippe Coutinho, Arthur y Casemiro, fueron esenciales para controlar el juego y no entorpecer al extraterrestre”, dijo Tite.
Messi opinó que Argentina fue mejor.
“Hicimos un esfuerzo muy grande y ellos no fueron superiores a nosotros”, dijo el astro del Barcelona. “Ellos se encontraron con un gol de la nada, en una jugada aislada. Más allá de eso, intentamos siempre y tuvimos la pelota”.