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Reconstrucción forzada

HOUSTON, EE.UU., 19 de enero (MLB).- Tras darse a conocer el castigo contra los Astros de Houston por su trampa en la Serie Mundial de 2017, donde A.J. Hinch y Jeff Luhnow fueron suspendidos por un año y posteriormente despedidos por la organización, el equipo propiedad de Jim Crane está buscando a los sustitutos para cubrir los puestos de mánager y gerente general.

Mientras Joe Espada, coach de banca bajo Hinch, se perfila cómo posible sustituto por el momento para ser mánager, en la búsqueda de gerente general y de acuerdo con información de Kyle McDaniel de FanGraphs, los Astros estarían interesados en contratar a Bobby Evans como GM para el futuro inmediato.

Andrew Baggarly de The Athletic también piensa que Evans puede ser una gran adición para la oficina de los Astros, habiendo sido gerente general de los Gigantes entre 2015 y 2018, habiendo sido desde 2009 hasta 2015 el segundo al mando de Brian Sabean cómo vicepresidente de operaciones, con quién ganó tres Series Mundiales con los Gigantes en 2010, 2012 y 2014.

Por el momento nada está seguro y el nombre de Evans suena a una buena opción para la gerencia de los Astros.

Ozzie le coquetea a los Medias Rojas

EN BOSTON.- Los Medias Rojas de Boston aún se encuentran sin mánager para la temporada 2020 tras la salida de Alex Cora del equipo por su involucramiento en el escándalo de robo de señas de los Astros, pero parece que otro latino quiere tomar el lugar del boricua y ese es Ozzie Guillen.

Fue a través de Twitter que Guillén dio a entender que está interesado en el puesto de mánager de los Patirrojos.

El venezolano publicó una imagen en la que se pueden leer los nombres de potenciales candidatos a tomar las sillas vacantes con Astros, Mets y Medias Rojas, con la leyenda debajo “si tan solo hubiera otro candidato ganador de Serie Mundial que pudiéramos agregar a esa lista”, obviamente refiriéndose a él mismo.

Guillen quien ya ha sido mánager en dos equipos de Grandes Ligas en Medias Blancas y Marlins, pero su última aparición en un campo de béisbol fue en el 2012.

En el 2003, Guillen llevó a Marlins a un campeonato y dos años después lideró a los Medias Blancas al título de la Serie Mundial.

Con Marlins trabajó por segunda ocasión en el 2011, pero en esa ocasión se metió en problemas tras sólo un año de su contrato por comentarios sobre Fidel Castro que llevaron a su despido tres años antes de que terminará su trato.

Nacionales frenó la treta de los Astros

EN WASHINGTON.- Las Grandes Ligas no tenían una crisis de credibilidad tan grande cómo lo que está sucediendo ahora con el robo de señales de Astros y otros equipos desde el apogeo de la era de los esteroides a finales de los 90 y mediados de los años 2000, donde incluso en aquel entonces no existía una reglamentación que prohibiera sustancias para mejorar el rendimiento.

El título de Serie Mundial de los Astros en 2017 ha sido manchado por la investigación de MLB y ahora se tiene la enorme sospecha que también en 2019 usaron tecnología para robar señales. Sin embargo, los Nacionales de Washington estaban preparados no sólo para los Astros en la Serie Mundial, sino para cualquier equipo que sospecharan estuviera robando señales, según comenta el relevista Daniel Hudson a MLB Network Radio:

“Seguro escuchas ciertas cosas en el medio del béisbol, de que en ciertos estadios y ciertas organizaciones están metidos en el robo de señales. Nosotros solamente estábamos tratando de ser lo más proactivos y estar lo más preparados posibles para cualquier cosa. Teníamos muchas reuniones con los receptores donde ideábamos hasta 5 paquetes diferentes de señales, también nuestro equipo de video estuvo asombroso. Se nos ocurrió un sistema en el cuál podíamos combatir esto y estar preparados”.

Hudson además menciona que los lanzadores y receptores tenían un “acordeón” en sus gorras o en sus bolsillos con todas las señales anotadas y que durante un turno, si tenían la sospecha de que la señales estaban siendo robadas, con un simple movimiento de la mascota o ciertos gestos cambiaban el set sin la necesidad de tener una reunión en el montículo.

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