CIUDAD DE MEXICO, 28 de marzo (SUN).- La NFL es una liga de lapsos, en los cuales las franquicias abren un espacio para contratar a las mejores figuras disponibles y aspirar al campeonato. Con los años, los contratos vencen y/o los topes salariales obligan cambios.
La agencia libre de las últimas semanas ha mostrado el lado frío de los dueños y gerentes generales. Algunos ganan y otros pierden.
Los Cardenales, Bills, Raiders, Delfines y Bucaneros son aquellos que aprovecharon el mercado para fortalecer sus líneas; Texanos, Carneros, Patriotas, Vikingos y Jaguares se debilitaron y perjudicaron sus deseos de postemporada.
Arizona y Houston fueron una moneda, con la cara a favor del primero. DeAndre Hopkins, uno de los mejores receptores de la Liga, dejó la franquicia texana para unir su talento al de Kyler Murray, Larry Fitzgerald y Kenyan Drake.
Buffalo amarró a Steffon Diggs, proveniente de Minnesota, y contrató a 5 defensivos de alto calibre: Mario Addison, Josh Norman, Vernon Butler, A.J. Klein y Quinton Jefferson. Los Bills saben que sin Tom Brady en Nueva Inglaterra, son una carta fuerte para llevarse el título en la División Este de la Conferencia Americana.
Su rival directo sería Miami, que firmó al esquinero Byron Jones por 82.5 millones de dólares, el contrato más jugoso en esta agencia libre.
La salida del veterano mariscal a Bucaneros fue una inyección de motivación para Tampa Bay; Nueva Inglaterra no tiene heredero para la posición de pasador y no canjeó algún nombre importante en la NFL.
Del otro lado de Estados Unidos, en California, los Carneros -que presentaron su nuevo logo la semana pasada- tienen muchas expectativas para 2020, ya que estrenan uniforme y un lujoso estadio de 5,000 millones de dólares.
Los Angeles dijeron adiós a 7 titulares, incluido el corredor Todd Gurley, quien se arregló con los Halcones de Atlanta.