CIUDAD DE MEXICO, 7 de marzo (SinEmbargo).- México lleva más de una década con estudios especializados en violencia machista; pero todo se ha quedado en el papel. Entre 2004 y 2015, periodo en el que gobernaron Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) gastó en estudios y encuestas, 376 millones 341 mil 579 pesos.
Ese monto de dinero equivale al presupuesto de egresos de 2020 para instalar refugios de mujeres víctimas de violencia o alcanzaría para la Alerta de Género en dos estados de la República, como Morelos o Guerrero. Las advertencias hechas en esos estudios o los números recabados en las encuestas no lograron prevenir la realidad en 2020, cuando cada dos horas y media, en promedio, una mujer es asesinada en México y 64 por ciento padece acoso bajo la monstruosidad de la violencia machista, según las cifras oficiales.
En este cúmulo de estudios, el tema de los feminicidios –como un gran fenómeno a estudiar– no destaca. En la década, el Inmujeres encargó cinco investigaciones sobre violencia de hombres en contra de mujeres cuyo monto en conjunto fue de 11 millones 128 mil 891 pesos, lo que representa el 3 por ciento de la erogación total en el conocimiento de la problemática de las mujeres mexicanas.
Tuvieron estos títulos: “Panorama de violencia contra las mujeres” (2006), “Evaluación de las medidas aplicadas para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” (2009), “Retratos de la violencia contra las mujeres en México. Análisis de Resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, 2011” (2012), “Detección de fortalezas y debilidades en los registros administrativos en materia de violencia contra las mujeres y propuestas de mejoras para el impulso de políticas públicas y la aplicabilidad de la reforma constitucional en materia de derechos humanos a nivel estatal y municipal” (2013) y “Violencia de género en las parejas mexicanas. Análisis de resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2006” (2006).
De todos los estudios, sólo uno se refiere al acoso sexual en los sitios de trabajo. Lo realizó en 2006, María Guadalupe Murayama Morales, costó 282 mil 846 pesos y su título fue “Diseño conceptual. Medición del acoso sexual a mujeres en los centros de trabajo”. Es decir, el tema ni siquiera es el 1 por ciento del total gastado. El contenido de la investigación advertía sobre la carencia de fuentes de “información alternativa” que aportaran indicadores que dieran alguna idea del grado de percepción o tolerancia de la sociedad mexicana al acoso de mujeres en los centros laborales.
SinEmbargo buscó la lista de estudios realizados por el Inmujeres en su historia para conocer qué tema predominaba y en qué área se habían abocado los recursos. En la página de Transparencia del organismo aparecen 115 documentos financiados con recursos públicos que corresponden a los años 2004, 2006, 2008, 2009, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015. Del presente Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no hay ninguno.
Para la realización de esas investigaciones, fueron contratados consultoras privadas, organismos públicos y personas físicas. Los estudios pagados con recursos públicos fueron investigaciones, encuestas, estadísticas de padrones de los programas gubernamentales, iniciativas, impacto de programas, violencia de género, seguimiento de convenciones y desigualdad entre hombres y mujeres.
En esta década, los gastos mayores en “estudios” del Inmujeres fueron para conocer si las mujeres trabajaban en desventaja. Del total de investigaciones realizadas, las más caras fueron la Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Social (ELCOS) y la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT), en 2012 y 2014. La tercera más cara fue la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) en 2011. La primera costó 54 millones 470 mil 112 pesos con 89 centavos; la segunda 51 millones 847 mil 809 y la tercera, 42 milllones 412 mil 645 pesos.
Otros temas estudiados fueron Partidos Políticos, Embarazo y Matemáticas son otras de las áreas en las que el Inmujeres gastó para estudiar a las mexicanas. Respecto a la política se produjo “Evaluación de la perspectiva de género en plataformas de los partidos políticos, candidaturas y cargos de elección en 2009”, realizado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, con un costo de 993 mil 646 pesos. Además, se elaboraron dos documentos sobre Matemáticas que sumaron dos millones 933 mil 547 pesos. Estos fueron: “Aspectos educativos y género en el aprendizaje de las matemáticas en escuelas secundarias del Distrito Federal” y “Actitudes y creencias acerca de las Matemáticas. Intervención con perspectiva de género en escuelas secundarias”.
Mientras, México se convirtió en un país feminicida. El Secretariado Ejecutivo muestra que en el primer cuatrimestre del 2019, murieron mil 199 mujeres por ser mujeres. Es decir, cada dos horas y media en promedio, una mujer es asesinada en México bajo las monstruosidad de la violencia machista.
Además, en el mundo laboral, las cosas fueron de mal en peor para las mujeres. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2017, de cada 10 personas que integraban la fuerza laboral, cuatro eran mujeres. Además, había una brecha salarial entre hombres y mujeres. Por una mujer en los trabajos mejores pagados, había tres hombres. En el extremo opuesto, de cada 100 trabajadores en el rango de ingresos más bajo había cuatro mujeres más que hombres.
Los números del Sistema Integrado de Estadísticas sobre Violencia contra las Mujeres (SIESVIM) –una plataforma de datos creada en noviembre de 2017 para medir la violencia en contra de las mujeres por el Inegi– muestran cómo, cada vez más, la violencia que victimiza a las mujeres se arraigó en la vida de los mexicanos.
Uno de los módulos del Siesvim mide las experiencias a partir de los 16 años de edad con base en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2016. Los datos son estos: 49 por ciento de las mexicanas padeció violencia emocional, 41.3 fue víctima de agresiones sexuales, 29 por ciento estuvo bajo sometimiento de violencia económica y el 34 por ciento recibió golpes.
Los datos contenidos en el Siesvim arrojan que si en 2004, cuando el Inmujeres tenía tres años de trabajo y gobernaba Vicente Fox Quesada (2000-2006), 67 por ciento de las mexicanas había vivido un episodio de violencia, para 2015 –el tercer año del Gobierno de Enrique Peña Nieto–, el mismo indicador era de 66.1 por ciento.
Gasto de tinta por sexenio
El Inmujeres fue constituido en 2001, en el Gobierno de Vicente Fox Quesada (2000-2006), como respuesta a la crisis de discriminación y violencia en contra de las mujeres que en esa época había alcanzado el horror. Se conformó como organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, además de autonomía técnica y gestión.
Su mandato legal fue crear políticas públicas para garantizar la perspectiva de género en la vida pública y social del país.
Durante la primera gestión, cuando la Directora era Patricia Espinosa, se gastaron dos millones 73 mil 83 pesos en dos estudios (por lo menos, eso quedó registrado en la página de Transparencia del organismo). El más antiguo del que se tiene registro es “Condiciones de migración internacional de mujeres (mexicanas y centroamericanas) en su traslado hacia el norte de México”.
Durante el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, cuando a cargo del organismo estaba Rocío García Gaytán (fallecida), el gasto en estudios llegó a 213 millones 392 mil 62 pesos. Después, con Enrique Peña Nieto, el organismo lo presidió Lorena Cruz Sánchez y se gastaron 160 millones 876 mil 433 pesos.