SEVILLA, España, 19 de junio (AP).- El ataque del Barcelona se atascó el viernes durante su visita al Sevilla, con el que se resignó a un empate sin goles que deja a los blaugranas expuestos a ser superados en la cima de La Liga española por el Real Madrid.
El Barsa se fue en blanco por primera ocasión desde que se dejó atrás el parón por el coronavirus. La reanudación había deparado al conjunto catalán triunfos de 4-0 ante el Mallorca y 2-0 sobre el Leganés.
Con la igualdad ante los sevillistas, el Barcelona acumula 65 puntos, tres más que los merengues, quienes afrontan su duelo de la 30ma jornada el domingo, de visita ante la Real Sociedad. Así, el Madrid aspira a ser líder por diferencia de goles.
El Sevilla se afianzó en la tercera posición con 52 unidades.
“El empate nos deja en una posición en la que ya no dependemos de nosotros para ganar la liga”, dijo con tono pesimista el central Gerard Piqué. “Creo que va a ser muy difícil ganar esta liga al no depender de nosotros, vamos a hacer todo lo posible, pero bueno, supongo que se van a perder muy pocos puntos… Va a ser difícil que el Real Madrid pierda puntos”.
Lionel Messi fue quien más peligro generó en busca de su diana 700 en competencias oficiales con el Barcelona y la selección argentina. El estelar argentino intentó un tiro libre desde los linderos del área que iba a la horquilla, pero el zaguero camerunés Pierre Kunde retrasó poco antes y evitó que el esférico se metiera, desviándolo con la cabeza a los 20 minutos.
El Sevilla ha sido uno de los rivales favoritos de Messi, quien en 15 años desde que comenzó su colecta goleadora (1 de mayo de 2005 ante el Albacete) les ha marcado 37 dianas.
Pero este duelo se complicó para el Barsa y al final de la primera parte Messi perdió incluso la cabeza al dar un empujón al zaguero brasileño Diego Carlos, con las acciones detenidas, sin embargo no fue sancionado con tarjeta cuando se disputaba el descuento.
El Sevilla adelantó líneas durante la segunda parte y en tres minutos tuvo las opciones para irse al frente, pero el arquero alemán Marc-André ter Stegen evitó la caída de su marco con prodigiosos manotazos.
El argentino Lucas Ocampos fue la primera víctima de Ter Stegen al incursionar al área por sector derecho y sacar un zapatazo a quemarropa que el teutón desvió mediante un gran reflejo con el brazo izquierdo a los 54.
Luego, el hispano-marroquí Munir El Haddadi puso peligro al descolgarse por el sector izquierdo y efectuar un tiro cruzado que Ter Stegen volvió a desviar cuando iba a gol.
Sergio Reguilón fue quien perdonó en la reposición, cuando le cayó el esférico en el área chica, pero resolvió con un débil disparo a las manos de Ter Stegen.
En el once del Barcelona volvió a la titularidad el uruguayo Luis Suárez después de 10 fechas —las ocho primeras debido a la rehabilitación tras una operación en la rodilla y las dos más recientes entrando como suplente. A los 87 tuvo un remate en el área que apenas se fue arriba ahogando así el grito de gol.
El estelar francés Antoine Griezmann fue quien estuvo en el banquillo de suplentes con una mascarilla hasta los 79, cuando ingresó. Fue apenas el segundo duelo que el galo no arranca en el certamen y como en la primera vuelta fue ante el conjunto sevillano.