Faisanes FC Yucatán finalmente, y ante la presión, confirmó lo que todos sabían: su retiro de Liga de Balompié Mexicano (LBM).
Aficionados señalaron que el equipo salió por la puerta de atrás, manchando la historia del fútbol yucateco y 'sin dar la cara’, despidiéndose de su escasa afición a través de un escueto comunicado.
Los emplumados, que en su momento anunciaron con bombo y platillo su incorporación a la LBM, pusieron fin a su existencia sin siquiera pisar la cancha. Después de casi una semana de silencio confirmaron que no jugarían el presente campeonato de la LBM.
“Decidimos no jugar el torneo debido a que no se encontraron las condiciones ideales para generar un clima de seguridad financiera, planeación estratégica, logística y deportiva para el correcto desempeño del Club”, básicamente culpando de su fracaso al nuevo proyecto presidido por el ex futbolista, Carlos Salcido.
Añadieron “no encontramos las condiciones mínimas necesarias para sostener un equipo profesional de futbol bajo las condiciones presentadas por la Asociación Nacional de Balompié Mexicano (ANBM) debido a la falta de certidumbre”, señala su comunicado.
El organismo en cuestión fue creado para regir el buen funcionamiento de la Liga, la cual no está afiliada a la Asociación Mexicana de Futbol y para evitar, sin éxito, todo lo que actualmente ocurre en el circuito.
Faisanes FC estaba destinado al fracaso desde su incepción, pues el conjunto nunca fue presentado formalmente y todas las contrataciones de jugadores y cuerpo técnico se revelaron únicamente a través de sus redes sociales.
“Yo que no soy de Yucatán me ilusione con que le fuera bien a este equipo y hasta los seguí y compartí”, expresó un usuario en la caja de comentarios de la publicación.
“Qué vergüenza engañar a los jóvenes que ya habían contratado… equipo mediocre”, expresó José Arturo Flores vía Facebook.
El equipo no tenía cancha para jugar, ya que a pesar de comentarse que su casa sería el estadio “Alonso Diego” de Tamanché, este espacio nunca se presentó como sede oficial.
También convocaron a un visoreo para añadir talento local, el cual tampoco realizaron, sólo ilusionaron a jóvenes futbolistas locales que se inscribieron con la intención de militar en un equipo profesional.
La mercadotecnia
El equipo, sin sede, sin plantel formal y sin proyecto económico, sí trató de vender, aunque en preventa, sus uniformes a través de sus redes sociales. Queda en duda qué pasó con el dinero de los que ya las habían apartado.
Al final, esta es una historia más de esas de las que está lleno nuestro futbol mexicano, un equipo que sólo existió en el imaginario, y que nunca vio la luz, pero que levantó polémica desde su nacimiento hasta su ocaso.
Con información de Marco Antonio Sánchez Solís
Por Redacción Digital Por Esto!
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